La encargada del área oncológica infantil del Instituto Estatal de Cancerología “Dr. Arturo Beltrán Ortega” (IECAN), Ana Bertha Rivera Ramírez, reconoció que el número de casos de cáncer en los niños va en aumento, debido a que los médicos del primer nivel de atención ya están capacitados para detectar la enfermedad y referir a los pacientes a tiempo.
Entrevistada luego de participar en la conmemoración por el Día Internacional de la Lucha Contra el Cáncer Infantil en una escuela primaria del puerto, la Oncóloga Pediatra, reveló que el IECAN cerró el 2018 con 95 casos de cáncer en menores de edad bajo tratamiento, además de 85 niños que se mantienen en vigilancia, lo que suman un total de 180 infantes con esta enfermedad.
“El número de casos va en aumento, pero eso se debe mucho a que el médico de primer contacto ya tiene conocimiento de la enfermedad, y por otro lado los pacientes están siendo referidos oportunamente”, explicó.
Rivera Ramírez, explicó que el cáncer más común en los niños y niñas sigue siendo la Leucemia, después los tumores en los ganglios que son conocidos como linfomas y en tercer lugar se encuentran los tumores dentro del riñón que afecta el área abdominal causando mucho dolor a los infantes.
Insistió que con la capacitación de los médicos de primer nivel el instituto recibe de 15 a 20 casos nuevos por mes de algún tipo de cáncer en niños, cuando antes detectaban apenas cuatro en este mismo lapso de tiempo, lo que permite a los infantes llegar con la enfermedad iniciar, recibir el tratamiento y poder curarse.
Ana Bertha Rivera, dijo que, en el tema de la mortalidad infantil por cáncer, los niños fallecen por falta de donadores de plaquetas en el tema de la leucemia, toda vez que hay tipos de sangre difíciles de conseguir como la B positiva, A Negativa y O negativa, lo que complica las transfusiones y pone en riesgo la vida de los pacientes.
Concluyó diciendo que la edad más riesgosa en los niños para padecer algún tipo de cáncer es de los 2 a los 7 años, después se hace como una curva que se aplana y se presenta un repunte en la adolescencia de los 12 a los 16 años, por lo que los padres de familia deben estar muy atentos al desarrollo físico de sus hijos.
