El riesgo de sufrir algún accidente que podría costar hasta la vida en una alcantarilla abierta en las calles y avenidas de Acapulco, cada día es mayor debido a que son más las que se encuentran abiertas por el constante robo de sus tapas para comercializarlas en negocios de fierro viejo.
Son más de 150 las alcantarillas que en estos momentos representan un riesgo para ciudadanos y conductores de vehículos particulares y del servicio público, debido a que no cuentan con la tapa de hierro colado que las deberían de cubrir.
Las trampas que podrían ser hasta mortales para quienes pudieran caer en las alcantarillas, se encuentran en avenidas como la Cuauhtémoc, costera Miguel Alemán y Avenida Escénica, ambas con un alto aforo de vehículos en estos momentos por el período de vacaciones.
Así como la Ruiz Cortines, la Constituyentes, calles del primer cuadro de la ciudad, el tramo Cayaco-Puerto Marqués, la colonia Jardín, Zapata, Renacimiento, además de unidades habitacionales como El Coloso y Costa Dorada.
Ante el problema y el peligro de las alcantarillas abiertas, ciudadanos han recurrido a diferentes medidas para cubrir los huecos y así disminuir los peligros que representan.
Desde viejas llantas, hasta sillas de plástico, pedazos de troncos, ramas, piedras y restos de conos y cajas de madera, han sido utilizados para cubrir las alcantarillas y así evitar que algún vehículo o persona caiga en éstas.
El problema persiste debido a que las autoridades de gobierno no han procedido a aplicar la ley a quienes se roban las tapas de las alcantarillas para venderlas.
Hasta el momento, sólo una denuncia ante el Ministerio Público se ha presentado por el robo de las tapas de las alcantarillas por parte de la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado del Municipio de Acapulco.