En una epidemia silenciosa se ha convertido el estrés financiero que, en la actualidad, ataca a más de la mitad de la población y poco a poco va dejando a su paso, angustia, desesperación, violencia intrafamiliar e incluso, separaciones.

La crisis económica que enfrenta la población ante la falta de empleos generadas por la pandemia de Covid-19 y la guerra entre Ucrania y Rusia, han causado el alza de los productos de la canasta básica y pulverizado los incrementos salariales que presume el gobierno de la república.

Los costos que, paulatinamente han ido mermando los salarios, están causando desesperación y peleas dentro del seno familiar como consecuencia de la falta de poder adquisitivo.

Para alimentar una familia de tres integrantes, mamá, papá y un hijo mayor a los 12 años, hoy en día se requieren de por lo menos mil pesos diarios porque, tan solo el kilogramo de tortilla está costando 28 pesos, en el menor de los casos.

Los costos de los productos de la canasta básica y la crisis económica que en la actualidad merma a la clase media y baja, está causando estragos entre la población que, en ocasiones deja de dormir para buscar la salida ante la falta de dinero que les permita alimentar a la familia.

Estos casos se conocen no solo en poblaciones rurales, zona suburbana, sino incluso, en la urbana donde a veces no se tiene ni para los pasajes para llevar a los hijos a la escuela.

Por las deudas y el estrés financiero, hay algunas personas a las que la quincena no les alcanza y se ven obligados a buscar la salida con préstamos que se vuelven impagables y aumentan la falta de sueño por pensar en cómo resolver las deudas.

Para la psicóloga Mariana Rodríguez Ortega, experta en temas de salud mental, una de las explicaciones está relacionado con el mal manejo de las finanzas personales creando un problema de salud financiera.

Dijo que los factores más particulares del estrés son económicos, enfermedad, confinamiento y estrés laboral.

“Las consecuencias son la alteración de sus funciones fisiológicas lo que provoca consecuencias físicas, alteraciones digestivas, respiratorias, nerviosas, tales como pérdida de la memoria, dolor de cabeza, insomnios, cambios en el humor, consecuencias dermatológicas, sexuales, musculares, cardio vasculares, hasta las inmunológicas, y psicológicas”, explicó.

La Encuesta Nacional de Ingresos y gastos de los hogares realizada del período 25 de diciembre 2021 al 8 de enero 2023 reportó que los ingresos corrientes promedios trimestral por hogar es de mas de 35 mil pesos, siendo el 62.7 por ciento ingreso del trabajo.

Resaltó que si las personas estratégicamente organizaran sus gastos con lo más prioritario ayudaría a evitar enfermedades y no hacer gastos irrelevantes como adquirir costosos teléfonos, o diversión así como alimentos y bebidas no saludables.

Mariana Rodríguez recomendó hacer una auto encuesta minuciosa personal para saber en qué se esta gastando, en que se tienen ese tipo de gastos y por ello hay endeudamientos, para así poder adecuar la cultura de la prevención y así generar una mejor administración y tener una vida más saludable.

Agregó la experta en la salud mental que si se detecta que se ha caído en ese estrés se debe entrar en valoración psicológica y ver “si es estrés sano o insano que lo puede llevar en tratamiento, llevar estrategias de planeación como establecer primero lo primero, administración personal y ver las necesidades prioritarias, así como actividades de relajación o en el último de los casos el suministro de fármacos”, concluyó.