La instalación de puestos para comercializar de manera informal algún tipo de mercancía en las distintas calles del centro de la ciudad, ha registrado en los últimos días un crecimiento desmedido.
Ahora fue sobre la calle Roberto Posadas, ubicada a escasos metros de donde se ubica el viejo Ayuntamiento, donde se instaló un puesto construido con cajas de madera y tablas para vender verduras y productos de la canasta básica además de fruta de manera informal.
La calle Roberto Posadas, no es la única del primer cuadro de la ciudad, que se encuentra invadida por puestos semifijos y tolerados por el mismo personal de la dirección de vía pública, dependencia que se encarga de recuperar los espacios que deberían ser para uso de ciudadanos.
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Además de la nueva calle Roberto Posadas invadida por vendedores de venta de jitomates, chiles y fruta , otras de las vialidades en poder de cientos de comerciantes irregulares son, la Roberto Posadas, La Paz, la Quebrada donde se instalaron vendedores de garnachas, plátanos, esquites y elotes que se encontraban en pleno Zócalo de Acapulco.
La Cinco de Mayo, la Hermenegildo Galeana, la Eduardo Mendoza, la Francisco Javier Mina, Matamoros, Belisario Domínguez y la Tadeo Arredondo, son otras calles donde puestos rústicos construidos con restos de madera, lonas, plásticos y algunas estructuras metálicas evitan el libre tránsito de personas que aún acuden al centro de Acapulco.
Según el propio director de vía pública, Raúl Ceballos Carbajal, en Acapulco se podría tener entre 25 mil a 30 mil vendedores ambulantes que utilizan calles y banquetas para vender algún tipo de producto.