Pese a que el huracán Otis no marco diferencias sociales al arrasar con todo lo que se encontró a su paso en octubre del 2023, hoy a poco más de seis meses del fenómeno meteorológico en Acapulco, se sigue registrando anarquía total en la zona federal.
Son grandes kilómetros de la zona federal de playa que a la fecha se siguen manteniendo en poder de propietarios de grandes negocios desde restaurantes, hasta hoteles y condominios que se apropian de la zona de arena colocando cordones, cuerdas y hasta tubos para evitar el paso libre de las personas.
Lea también: Motociclistas imponen su ley y anarquía en Acapulco
Desde la playa Caleta, hasta Icacos y en la zona Diamante al igual que en Pie de la Cuesta, los propietarios de los negocios donde arriban miles de visitantes tienen en su poder una gran extensión de metros de arena, esto aún cuando sus concesiones otorgadas por dependencias federales no las consideran como parte de los espacios asignados.
Las playas de Acapulco, además de estar en poder de los propietarios de negocios, también se encuentran invadidas por cientos de prestadores de servicios turísticos, de deportes acuáticos y hasta por quienes rentan a los turistas mesas, sillas y toldos de manera particular.
De acuerdo a la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente, determina sanciones y multas a quienes invadan de manera irregular la zona federal de algún puerto turístico del país como Acapulco, los procesos administrativos van desde una multa hasta la clausura temporal o definitiva de un establecimiento.
Las multas a las que son acreedores los responsables de las invasiones de la zona federal, van desde los tres mil a las 12 mil Unidades de Medida y Actualización (UMA). El valor de una UMA, es de 89.62 pesos por día, o en caso de ser la multa por mes, la Unidad de Medida y Actualización, es de dos mil 724 pesos con 45 centavos y 32 mil 693.49 pesos anuales.
El colocar cadenas, tubos y cuerdas en la zona de playa, representa un problema para quienes aciden a las distintas payas de Acapulco, ya que no pueden tener un libre paso por áreas que deberían estar libres para las actividades recreativas frente a las playas.
Ni los daños que dejó el pasado huracán en los más de 20 kilómetros de zona federal, pudo terminar con la anarquía que se vive en todas las playas de Acapulco que se encuentran en poder de empresarios, comerciantes, prestadores de servicios y prestadores de servicios náuticos.
Desde la parte del Acapulco Tradicional en playa Caleta, hasta la parte de la zona de arena de la Base Naval, se mantiene la anarquía total en cuanto a la invasión de la zona federal, esto aún con la devastación que provoco el pasado huracán Otis, en las miles de construcciones que se encuentran situadas a escasos metros de la orilla donde rompen las olas del mar.