Un probable brote de casos de hepatitis se detectaron en el puerto de Acapulco, por el consumo de agua contaminada y se exhortó a evitar la ingesta de aguas frescas que se venden en las calles, por ser de alto riesgo para la salud de la población.
Fue en las clínicas de una cadena farmacéutica, en donde los médicos de turno dieron la voz de alarma de que llegaron pacientes con posibles cuadros de hepatitis, a quienes los han tenido que canalizar al hospital de El Quemado.
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Uno de los galenos entrevistado y quien pidió la omisión de su nombre para evitar posibles represalias de sus jefes inmediatos, declaró que desde la semana pasada le tocó atender al menos cuatro personas con un cuadro de ojos amarillos y dolor estomacal.
Al auscultarlos descubrió que se trataba de síntomas parecidos a la hepatitis y por no disponer de espacio ni de área especial, los enviaron al nosocomio de El Quemado, para que le hicieran estudios clínicos y confirmar o descartar esta enfermedad.
El entrevistado señaló que durante la valoración de los enfermos, estos coincidieron que consumieron agua no potable, debido al desabasto del vital líquido que se padece en el puerto de Acapulco, por los daños que causó el huracán Otis, tienen que conseguirla de pozos artesanos o manantiales.
Pero hubo también un caso de un joven que reveló que consumió un agua fresca, que seguramente fue preparada con líquido no apto para el consumo humano y esto propició que enfermara.
Cabe señalar que la misma fuente consultada, aseguró que otros casos los han atendido sus colegas, que también cubren turnos en otras clínicas de esta cadena farmacéutica, en donde es lo mismo pero más barato.