Activistas del municipio de Acapulco, interpusieron una denuncia ciudadana en la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA), para que la dependencia investigue a fondo la muerte de alrededor de 300 tortugas marinas en los últimos 30 días, por considerar que el acontecimiento podría ser parte de un delito ambiental.
Al medio día de ayer martes, un grupo de activistas conformado por la ambientalista Robin Sídney, su hijo Alejandro Martínez Sídney y el oceanógrafo Efrén García Villalvazo, se dieron cita en las oficinas delegacionales de la dependencia para entregar un oficio presentado como “denuncia popular”.
En el documento, se detalla que en las últimas 72 horas se han encontrado muertas por lo menos un centenar de especímenes de tortugas prietas y golfinas sin aparentes golpes, por lo que intentan hacer presión para que el organismo recupere los cuerpos de estas para practicar una necropsia y así conocer el motivo de su muerte.
“Yo creo que hay que estar muy alertas porque ahorita se van a comenzar a sentir una serie de cambios fuertes, debido a que expertos en el medio ambiente dicen que para el 2030 la situación va a ser insostenible, pero eso es como la parte final, es un proceso que está iniciando, por eso tenemos que estar alertas porque van a comenzar a aparecer este tipo de eventos que nunca se habían visto”, señaló García Villalvazo.
Agregó que existen las hipótesis de que los animales pudieron morir por asfixia en las artes de pesca de los barcos atuneros o de que los cambios climáticos ocasionaron los decesos, por lo que solicitó que la autoridad responsable atienda el llamado para que se deje de especular al respecto y se tenga información plena sobre el caso.