No son animales, pero actúan como tal, estafando, robando a quienes con un gran esfuerzo buscan adquirir una casa o departamento a través de un crédito otorgado por el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (INFONAVIT), son los famosos coyotes que merodean las oficinas de esta dependencia federal ubicada en plena costera Miguel Alemán de Acapulco.
Los coyotes tienen décadas de operar a los alrededores de esta dependencia, así como en el FOVISSSTE, se hacen pasar como trabajadores de empresas que en realidad no existen, piden dinero a sus víctimas para supuestamente facilitar trámites y al final desaparecen con el recurso, estafándolos y provocándoles un daño económico y patrimonial.
El coyotaje para adquirir créditos de vivienda ha contado por momentos con complicidad de trabajadores del Infonavit y del Fovissste, quienes, a cambio de una determinada cantidad, proporcionan información a estas personas sin estar certificadas, lo que facilita su actividad y los ayudan a continuar con este negocio.
Bernardo Sandoval un joven trabajador de 33 años, acudió el año pasado a pedir información a las oficinas de esta dependencia, antes de llegar a la entrada se encontró con una persona que se presentó como Roberto Sosa, supuesto trabajador de una empresa que se dedica a facilitar la aprobación de créditos, pero solo se trataba de un fraude.
Roberto le dijo a Bernardo que era muy difícil conseguir su préstamo, pero con la ayuda que él contaba gracias a sus contactos, todo sería más fácil, y a cambio del favor le pidió seis mil pesos, para el inicio del trámite, cuando recibió el dinero solo le contestó una llamada y hasta la fecha no lo volvió a ver, todo fue un robo, una estafa.
Lo más preocupante es que este Coyote se quedó con información personal de la víctima, porque le entregó copias de su acta de nacimiento, credencial de elector, Curp, y otros documentos personales, por lo que decidió no denunciar por temor a represalias, ya que el estafador conocía la dirección de su domicilio y hasta donde laboraba.
“Pregunté en el Infonavit, pero me dijeron que no conocían a nadie con ese nombre ni las características que les di, me dijeron que los trámites los hacen ellos y no a través de alguien, que era un coyote que me estafó y pues ya no pude tramitar mi crédito a ver si este año se me hace”, expresó Bernardo.
Un caso similar es el de la señora María Gabriela Cabrera, a quien de entrada le pidieron diez mil pesos y sus documentos, pero a ella la hicieron creer que el trámite ya había comenzado y que supuestamente la ayudarían a que el préstamo fuera por el total de lo que alcanzaba, es decir 450 mil pesos con los que esperaba adquirir un departamento nuevo en Pie de la Cuesta.