El puerto de Acapulco salió de los diez primeros lugares en percepción de violencia y se ubicó en la posición 18 a nivel nacional, afirmó el titular de la secretaría de Seguridad Pública Municipal, Gerardo Rosas Azamar, quien aseguró que el efecto de la delincuencia organizada está contenido, pero las causas no están erradicadas “estamos en ese proceso”.
En entrevista que concedió en el marco de un encuentro con representantes de los medios de comunicación en las instalaciones de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal, sostuvo que, el personal de la Secretaría de Seguridad Pública de Acapulco se coordina con personal de la Marina Armada de México, Policía Federal y la Guardia Nacional, que ha permitido que la media nacional de homicidios es de 1.6, aunque el martes estuvo en 1.4.
Reveló que la estrategia de seguridad que aplica el Grupo de Coordinación Territorial para la Construcción de la Paz, está en los lugares de mayor índice de delictivo y se ha contenido, “la costera (Miguel Alemán), con las recientes detenciones que se han realizado en distintos puntos de Acapulco, ya no hay homicidios en donde antes se les reflejaba”.
El capitán de corbeta, Rosas Azamar, quien este jueves cumplió 32 años formando parte de las fuerzas especiales de la Semar, aseguró que los delincuentes que antes operaban en la franja costera, ahora están operando en la Cima, Candelaria, Caletilla y otros puntos de este destino de playa.
Pero afirmo que se está trabajando, incluso, participa de manera personal en los operativos, haciendo hincapié que recientemente acordó con los policías que trabajen 12 horas por 24 de descanso, además de que a fines de este mes se les entregará sus uniformes, cascos y chalecos tácticos.
Indicó además anunció que ya se hicieron los trámites para la entrega de la póliza de seguro del personal, por instrucciones de la alcaldesa Adela Román Ocampo, por lo que le da seguimiento para que reciban este beneficio.
Sobre la depuración de las filas del personal, refirió que son 342 elementos que no aprobaron los exámenes de confianza y entraran a un proceso ante el Consejo de Honor y Justicia, que será el que determine su futuro.