Durante cinco días el puerto de Acapulco fue azotado por una tromba de agua ocasionada por el huracán John, este potente fenómeno natural dejó a su paso, muerte, inundaciones, calles y avenidas destrozadas, deslaves, miles de damnificados, casas y bardas colapsadas así como ríos canales y cauces desbordados, además de saqueos aún con un operativo especial implementado por distintas corporaciones policíacas.
Desde el pasado lunes en las costas de Guerrero se formó el huracán John, golpeando municipios de la Costa Chica como categoría 3, provocando los primeros daños considerables como inundaciones, destrozos de restaurantes, carreteras destrozadas y puentes en esa región de la entidad.
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A su entrada al puerto de Acapulco, John provocó lluvias y vientos fuertes, lo que hizo que varias zonas de la ciudad empezarán a sufrir las consecuencia de este fuerte huracán, iniciando así los primeros alertamientos por parte de autoridades del gobierno del estado y municipal.
John dejó en el estado seis personas muertas, cuatro de estas en la región de la Costa Chica y una niña de 4 años de edad, en la parte alta de La Sabana la noche del miércoles debido a un deslave de tierra que cayó sobre la vivienda donde se encontraba con su familia, además de esto la intensa lluvia ocasionó la peor inundación de Acapulco, sobresaliendo la zona Diamane donde miles de familias quedaron atrapados en sus casas ubicadas en fraccionamientos residenciales, unidades habitacionales y residencias.
Los daños hasta el momento son incuntificables en Acapulco, sin embargo, según la propia alcaldesa Abelina López Rodríguez, las pérdidas rebasan económicamente el presupuesto anual con el que se cuenta en el municipio de más de cuatro mil millones 800 mil pesos que se aprobaron para el ejercicio fiscal 2024.
Acapulco además de haber quedado bajo millones de litros de agua, también sufrió del colapso de viviendas, de árboles, postes, deslaves de carreteras, el derrumbe de puentes y vías de comunicación destruidas que ocasionaron que la ciudad y municupios de la Costa Chica y Costa Grande, quedarán incomunicadas.
A las afectaciones que provocó el huracán, y luego tormenta tropical, durante cinco días, se suman también, vehículos inundados, pérdida de millones en bienes materiales, más de 160 entramados en restaurantes en zona de playa, la rapiña en varios negocios aún con la aplicación de un operativo especial por parte de policias municipales, estatales, de la Guardia Nacional, Marina y Ejército Mexicano.
En la intensa lluvia iniciada desde el pasado lunes, también se registró el deslave de grandes rocas, el cierre de la avenida Escénica debido a la caida de grandes piedras, lodu y tierra, la suspensión total del servicio de transporte público, por lo que se puso en marcha un operativo con 100 patrullas de la Secretaría de Seguridad Pública para la movilidad de ciudadanos a distintos de Acapulco.
La suspensión de clases en todos los niveles educativos en el estado, afectando a más de un millón 200 mil estudiantes de preescolar, primaria y secundaria además de 85 mil jóvenes universitarios.
En la ciudad fueron suspendidos los vuelos en el Aeropuerto, así como las salidas de dos líneas de autobuses a municipios de la Costa Grande, Costa Chica, México y Chilpancingo ante el cierre de la Autopista del Sol por deslaves de cerros, la carretera federal México-Acapulco por el colapso del puente en el poblado Kilómetro 21, el desbordamientos de ríos y caminos destrozados.
En Acapulco se mantuvieron cerrados miles de negocios, provocando pérdidas millonarias para el sector empresarial, la pérdida de miles de hectáreas de cosechas en por lo menos unas 200 comunidades rurales donde también golpeó con intensidad el huracán, en el puerto se habilitaron más de 25 albergues en las 20 zonas en las que se encuentra dividida la ciudad.
Son más de 400 las personas entre mujeres, hombres y menores de edad, que fueron llevados a los albergues habilitados en Acapulco.