A casi un mes de que el huracán John devastara con su intensa lluvia gran parte de la infraestructura de la ciudad, la imagen de la destrucción, desolación y el miedo sigue reflejándose en el rostro de miles de hombres y mujeres que perdieron todo un patrimonio, y en otros de los casos a un ser querido por este fenómeno meteorológico que mantuvo bajo el agua a cientos de colonias durante cinco largos días.
Pese a que las autoridades de los tres niveles de gobierno, aseguran que se tienen avances significativos en la limpieza de la ciudad, así como en la reactivación del puerto, la realidad es distinta para los propios acapulqueños que aún caminan sobre grandes capas de tierra y lodo que cubren en muchos casos el pavimento de las calles o la propia terracería que hasta antes de John, eran las vialidades que comunicaban a los distintos asentamientos que hoy están severamente afectados.
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En colonias como la Zapata el espejo que se tiene a casi un mes del paso del huracán, es de miles de toneladas de tierra que siguen manteniendo a muchas de las viviendas sucias y con la marca del desastres que ocasión el fenómeno natural, además de carros desde grandes y pesados como los trailers hasta los más pequeños como los Volkswagen que quedaron completamente cubiertos por este material que fue arrastrado desde las partes más altas de los cerros.
Al igual que la colonia Zapata, en la periferia de Acapulco, existen otros asentamientos como Renacimiento, Cruces, la Libertad, Vacacional, La Maquina, Manantiales, Llano Largo, Puerto Marqués, Barra Vieja, Las Lomas, Parotas, San Agustín, la Venta, Cayaco, Colosio, Rinconada, Coloso entre otras más, donde la situación de daños ocasionados por las lluvias de John, no se han solucionado en un 100 por ciento, aún se encuentran los cúmulos de tierra, lodo, basura, restos de muebles que las propias familias sacaron de sus casas debido a que quedaron dañados por la inundación registrada.
A la existencia de calles bajo la gran cantidad de tierra que no ha sido retirada de varias colonias, y el acumulamiento de basura que sigue invadiendo las avenidas y las banquetas, también se le debe sumar a las afectaciones que no han sido resueltas en su totalidad a casi un mes de los daños, el deslave de grandes rocas que provocaron el fallecimiento de personas, los deslaves de tierra que también acabaron con la existencia de mujeres, hombres y niños, durante el paso del huracán John.
A estos daños, también se sumaron las inundaciones de miles de viviendas en asentamientos ubicados en predios no aptos para vivir en la zona Diamante que tampoco se han resulto, la presencia de cocodrilos en lugares como las playas desde Barra Vieja, hasta la zona turística de Pie de la Cuesta y Caleta y Caletilla, el avistamiento de serpientes (Boas), una red de suministro de agua potable destruido y que hasta el momento, no ha sido reparada para dotar del vital liquido las más de 500 colonias y fraccionamiento que forman esta ciudad.
Además de las inundaciones, acumulamiento de basura, tierra y lodo, el huracán John, también dejo comunidades y municipios incomunicados debido al colapso de puentes y carreteras destruidas, cortes de servicio de energía eléctrica, de servicio de telefonía e internet, suspensión de servicios de transporte público, y la detención de seis personas por rapiñar algunos establecimientos comerciales.
El pasado miércoles 16 de octubre, la alcaldesa de Acapulco Abelina López Rodríguez y funcionarios de su gabinete, informó a medios de comunicación en conferencia de prensa, que la ciudad tenía un avance muy significativo en cuanto a los trabajos de limpieza, retiro de tierra y de recuperación turística realizado a casi un mes de John, señaló que en tan solo en retiro de basura y desechos sólidos, se tenía un total de 33 mil 607 toneladas llevadas al relleno sanitario ubicado en el poblado de Paso Texca.
Mientras que en el retiro de tierra y lodo la cantidad es de 15 mil 925 toneladas, sin considerar las mas de de 20 mil toneladas que también ya fueron recolectadas solo en las calles de la unidad “Campestre de la Laguna”, ubicada sobre la zona Diamante donde se implemento un operativo especial con más de 350 personas, camiones de volteo y maquinaria pesada para retirar los grande cúmulos de lodo que también representaban un riesgo de salud pública para las familias que habitan ese lugar.
John, además de dejar destruida la ciudad, este fenómeno natural, también vio a provocar un desorden y descontrol con distintos grupos de la sociedad civil, que se han apoderado de las calles de Acapulco, para pretender obligar a las autoridades del gobierno federal a integrarlos a un censo de afectados para poder recibir apoyos económicos de ocho mil pesos para la limpieza de las casas estos mismos ya fueron anunciados por la propia presidente de México, Claudia Sheinbaum Pardo, quien en dos ocasiones ya ha estado en este destino de playa.
Desde el paso de John, han sido constantes los bloqueos de carreteras tanto en la costera Miguel Alemán como en distintos tramos de la carretera federal Acapulco-Pinotepa y Acapulco-Zihuatabejo, los manifestantes, pretenden con esta presión que el gobierno federal a través de los Servidores de la Nación, los integren al censo de afectados, cuando muchos de estos, no registraron daño alguno durante la intensa lluvia de cinco días.
Entre los grupos sociales que se han apoderado de las vialidades para exigir apoyos federal y el censo, se encuentran prestadores de servicios turísticos, pescadores, buzos, amas de casa y hombres de colonias populares y fraccionamientos, así como campesinos, comerciantes, maestros, alumnos de distintas instituciones educativas, y padres de familia de los planteles.