Sin unas flores, veladoras o algún detalle simbólico que adornara las tumbas de los señores Juan José, Gaspar y Alfredo se apreciaron en el panteón de Las Cruces.
Con más de diez años de fallecidos se observó en sus lapidas el olvido de sus seres queridos en este Día del Padre.
Para muchas personas basta con solo recordar a su progenitor fallecido y ahorrarse la visita a los panteones. Sin embargo, no todos coinciden con ello, ya que hijos agradecidos y amorosos se dieron cita en los diferentes panteones del puerto de Acapulco, para llevarles flores a sus padres.
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Aunque fue muy poca la concurrencia de las personas si hubo quién asistiera como cada año a visitar la tumba de quién fue el jefe de familia, aprovecharon para limpiar el sepulcro que guarda los restos de su amado papá.
Es así que con el paso del tiempo las personas dejan de ir a los cementerios por falta de tiempo por el trabajo o simplemente porque a no consideran importante llevar un presente por la celebración de este día.
Se observó también muchas cruces oxidadas y desgastadas en algunas ya no se distinguen la fecha y el nombre, así como lozas carcomidas por el paso del tiempo.