El valle de Ciudad Renacimiento fue un proyecto que se inició en 1982, con el propósito de contener el impacto de la contaminación y la presión generada por los asentamientos irregulares ubicados en la parte alta de la bahía, por lo que a la par de las viviendas, se construyeron inmuebles con los que se pretendía detonar el desarrollo económico de la zona, pero fracasó y hoy están en el más completo abandono.
Fue en 1979 cuando se planteó la idea del crecimiento urbano fuera de la ciudad, hacia el norte y oriente de Acapulco, sobre el valle de la Sabana y la zona Diamante, debido a que la expansión urbana había rebasado los límites permitidos en el anfiteatro, y fue como se planea un programa de reubicación en Ciudad Renacimiento, tras que se planteó una delimitación del Parque el Veladero.
El objetivo fue terminar con los problemas de asentamientos irregulares que estaban proliferando y que generaban contaminación alrededor de la bahía, por lo que una vez que aproximadamente mil familias ocuparon las viviendas construidas entre huertas y zona de humedales en esta parte de la zona suburbana, también surgieron centros comerciales, salones de fiesta y hasta una maquiladora.
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Los empresarios tenían la idea de poder generar fuentes de empleos, pero también cubrir las necesidades de los vecinos de esta mancha urbana, que creció con la colonia Emiliano Zapata, que fue otra oportunidad de detonar la economía según explica el ex regidor, Julio César Bello Vargas, quien gestionó apoyos para los nuevos inquilinos de ese núcleo poblacional.
La demanda de servicios públicos fue en aumento y pronto, hubo demanda para el esparcimiento, por lo que el centro de baile Playa Suave, se convirtió en punto de reunión de empleados de hoteles, restaurantes y de maestros de la cuchara, que a la par, los salones de fiestas empezaron a surgir y dar servicio para bodas, XV años, como el “Perla”, que se localiza sobre el bulevar Vicente Guerrero.
Sobre Arroyo Seco se construyó un gran almacén, que en un principio iba a funcionar como una maquiladora, pero finalmente se abandonó el proyecto y cerró, actualmente está en abandono, ignorándose si los dueños tienen programado reactivar algún negocio, aunque por el problema de la inseguridad se ve muy difícil.
Es precisamente el tema de la incertidumbre por la violencia, lo que propicia que la mayoría de los negocios que se emprendieron para el esparcimiento de las personas, terminan por cerrar y con el paso del tiempo quedan expuestos al paso del tiempo, además, al agudizarse los delitos de alto impacto, otros negocios como ferreterías, misceláneas y locales de ropa, también bajaron sus cortinas.
El panorama actual, es fantasmal, aquel proyecto que se inició en 1982 como un programa de desarrollo para el Puerto de Acapulco, quedó a medias, pues las familias a pesar de los problemas como falta de servicios públicos, contaminación por la basura y los escurrimientos de aguas negras, siguen habitando sus casas, pues no tienen a donde ir.
Pero el valle de Ciudad Renacimiento, ya no es el mismo, ahora hay temor de ser víctimas de la violencia, por eso cada vez el número de negocios cerrados va en aumento, tal y como se pudo constatar en un recorrido realizado por el Eje Central, Arroyo Seco y el Circuito Interior, en donde a partir de las 8:00 de la noche, las calles quedan solitarias y en silencio.