Un año, que autoridades de los tres órdenes de gobierno realizarán el desalojo de más de dos mil prestadores de servicios turísticos que ocupaban la zona federal de las playas Carabalí, Tamarindos y Papagayo para iniciar un proyecto de recuperación de la franja de arena, la situación de invasión, corrupción, olvido y de mala imagen turística de este destino de playa sigue en toda la bahía de Acapulco.
La madrugada del pasado 18 de julio del 2020, autoridades de la Profepa, Semarnat y de la Mesa de Coordinación por la Pacificación de Acapulco integrada por corporaciones del gobierno municipal y del estado, llevaron a cabo el desalojo sorpresivo de los prestadores de servicios turísticos, así como el retiro de mobiliario como sillas, sombrillas, camastros y toldos de la zona de playa como parte del programa puesto en marcha por el gobierno federal.
Durante el sorpresivo desalojo en las tres playas, también se procedió al desmantelamiento de lo que por años funcionó como El Golfito, con la intención de hacer un nuevo atractivo turístico para turistas y propios acapulqueños, el cual a más de un año, no se ha concretado nuevamente en el abandono de la zona.
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El desalojo, en ese momento también considerado la playa Manzanillo donde se anunció la creación de la primera playa incluyente para personas que sufren de algún tipo se discapacidad, proyecto que también a más de un año, sigue en el olvido total por parte de los tres niveles de gobierno.
La playa incluyente, fue uno de los proyectos más importantes que se dieron a conocer con la recuperación de la zona federal, se dio a conocer hasta una inversión la cual en más de un año, tampoco llegó.
Los prestadores de servicios turísticos desalojados la madrugada del 18 de julio del 2020 con la fuerza de policías entre estos la Guardia Nacional y el Ejército con maquinaria pesada, tenían entre 20 a 25 años trabajando la zona federal que fue recuperada por las autoridades de los tres niveles de gobierno con el argumento de rehabilitar las zonas con un programa en el que se considera una nueva imagen turística para Acapulco.
Ante el desalojo y las protestas de inconformidad que prestadores de servicios turísticos hicieron en la zona turística, la alcaldesa Adela Román Ocampo, justificó el proceso que dice instrucciones del presidente López Obrador ya no habrá más playas privatizadas.
"El pueblo tiene que ser el dueño de sus playas, el dueño de sus riquezas naturales. Se está reordenando en todo el país, en Cancún, en Zihuatanejo, en Los Cabos, en todos los lados se están reordenando las playas", dijo en un evento en la sala de Cabildo del ayuntamiento del Parque Papagayo, diez días después del retiro de mobiliario, de enramadas de sillas, mesas y sombrillas de la zona de playa.
La alcaldesa Adela Román Ocampo, también afirmó que estas playas eran nido de delincuentes y que la zona donde tenían hasta las bodegas para guardar sus pertenencias eran utilizadas como sitios para realizar actos de violencia, por lo que su retiro era acertado con el programa federal.
Fueron más de tres kilómetros de zona de playa donde las autoridades de gobierno retiraron de su fuente de trabajo a los comerciantes y prestadores de servicios turísticos.