A "puro pulmón", bajo los candentes rayos del sol y con la esperanza de llevar algo de dinero a sus hogares, sepultureros del panteón municipal El Palmar abren las fosas destinadas para pacientes que fallecen por Covid-19.
Con el rostro cansado y apresurado por la demanda de fosas que se incrementó durante esta última semana, uno de los 15 sepultureros que ahí trabajan sin un sueldo fijo, urgió a las autoridades municipales el apoyo de maquinaria pesada para continuar con la apertura de las fosas Covid-19.
Mientras con pico y pala golpea el duro tepetate del cementerio, señala que pese a que les prometieron un sueldo que todavía no reciben, continúan siendo solidarios con quienes necesitan las fosas para sepultar a sus familiares muertos por la pandemia.
Sin embargo, el incremento en la demanda de espacios de sepultura y lo difícil que resulta abrir las fosas en ese terreno, piden a las autoridades el envío de una "mano de chango" que les ayude en dicha labor.
Mientras tanto, con el sudor de su frente remojando el duro tepetate, continúan con su labor de apertura de fosas en espera del apoyo económico y de maquinaria.