Improvisados negocios de venta de diversos alimentos como tacos y aguas frescas se han instalado en la zona turística donde las cortinas de polvo prevalecen al igual que montículos de basura que ponen en riesgo la salud de los consumidores.
En un recorrido hecho por la franja costera, se observaron locales improvisados en donde expenden tacos de guisados, tacos de canasta, tortas, bolillo con relleno, entre otros antojitos.
Además, también se incrementó la venta de aguas frescas de distintos sabores, que aprovechan las altas temperaturas para comercializar su producto con los turistas y residentes.
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La mayoría opera al lado de montículos de basura que ocasionó a su paso el huracán Otis, por lo que los antojitos se sirven en medio de una nube de moscas y fétidos olores que emana la basura al entrar en proceso de descomposición.
A esto hay que añadir que no existe ninguna garantía que la preparación de estos alimentos se haga con las medidas de higiene, pero lo que más preocupa es que comen entre una nube de polvo que se esparce por el constante paso de los vehículos.
Asimismo, las autoridades de la Secretaría de Salud han alertado en abstenerse a consumir aguas frescas, debido a que podrían estarse preparando con agua no potable y esto representa un caldo de cultivo de que surja un brote de enfermedades como hepatitis, incluso, el cólera.