A 33 días de la devastación que dejó a su paso el huracán Otis, vecinos del poblado de Tres Palos, caminan entre aguas negras y están a merced de las enfermedades de dengue, Zika y ChiKunguya.
En un recorrido realizado por la calle del mercado de este poblado rural que se localiza a media hora del puerto de Acapulco, locatarios denunciaron que la red del drenaje se tapó y brotan aguas negras que escurren por las calles aledañas.
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Doña Consuelo, quien tiene su puesto de venta de comida en esa central de abastos, explicó que las lluvias que acompañaron al huracán que golpeó a Acapulco, taparon el registro y las aguas brotaron, inundando toda la calle del mercado y la que comunica a la laguna de Tres Palos.
Al llegar al sitio, se pudo observar que brotan las aguas residuales y literalmente inundan toda la arteria, las cuales bajan a la calle adyacente, obligando a pasar a la gente en medio de este afluente contaminado.
Los más afectados son las personas de la tercera edad y discapacitados, pues se pudo captar que quienes andan en sillas de ruedas no les queda de otra que cruzar en esas condiciones.
Una mujer apoyada en un bastón se le vio caminar con cuidado entre el agua del drenaje y a punto estuvo de resbalar por el lodo, aunque finalmente pudo llegar a piso seco.
A esto hay que añadir que, durante el día, el área se inunda de un fétido olor que llega hasta los locales del mercado, pero no les queda de otra que trabajar en estas condiciones y esperar que las autoridades intervengan para reparar la red hidrosanitaria, porque representa un alto riesgo de generar un problema ambiental.