Este año el tradicional “Día de Muertos” para las familias acapulqueñas tendrá un costo económico elevado debido al aumento en los costos que tienen los productos que son utilizados para recodaren los altares a los familiares que se adelantaron en el camino.
El hacer un altar de muertos este año, podría tener un costo de por lo menos tres a cuatro mil pesos, esto considerando los altos precios que tienen los productos que son utilizados como veladoras que van de 17, 20 y 30 pesos, los ramos de flores y canastas que van desde los 50 a los 200 y 500 pesos dependiendo el tipo de flores que tengan.
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Este año la situación económica de las familias las el paso de los huracanes Otis y John, es complicada sin embargo para los comerciantes estos fenómenos naturales que paralizaron la actividad económica de la ciudad, queda en un segundo plano, ya que los productos registraron un incremento en sus costos que van de los 10 hasta los 200 pesos.
La comerciantes Prudencia López Castro vendedora del mercado central, recientemente calcinado por un nuevo incendio, dijo que como vendedores tuvieron un gasto mayor en la compra de mercancía para el Día de Muertos, por lo que no pueden mantener los precios del año pasado en veladoras, adornos, el copal, así como las flores que también registraron un costo mayor con los proveedores.
“Nosotros estamos comprando la mercancía más cara en comparación al año pasado para este Día de Muertos, y ahora después del incendio, tenemos el problema que pedidos todo a crédito y por lo tanto, tenemos que subir los precios y ni modo no podemos hacer nada, si no subimos los precios, nosotros somos los que vamos a perder más”, dijo la comerciante.
Dijo que este año, el costo mayor es en las veladoras, que tuvieron un incremento considerable de casi lo doble que costaron el año pasado en la misma fecha, por lo que ahora el precio que deben de pagar quienes las adquiere es de 10 hasta 20 pesos más considerando el tamaño del producto y el tipo de será que lleva.
El origen de los altares multicolores que son utilizados por las familias para recordar a los que ya se adelantaron en el camión, se remota a la época prehispánica cuando las culturas de los indígenas, aztecas, mayas, nahuas y totonacas, tenían la costumbre de recordar a su muertos acudiendo a las tumbas para ofrendarlos con comidas, flores y con algunos objetos personales de sus difuntos.
Según la historia, el altar de Día de Muertos o la llamada también ofrenda de difuntos, debe colocarse el 31 de octubre si se trata de un fallecidos menor de edad y el primero de noviembre si se trata de una persona adulta, y si este se dedica a alguien que murió en un accidente, se el altar se monta el día 28 de octubre.
