Lila Avilés tiene un espíritu libre. Si bien agradece que en ocasiones ha recibido medallas por su trabajo, no es de las que se quedan esperando una palmadita en la espalda o hace proyectos para tener galardones; al contrario, ella siempre se ha identificado con una personalidad salvaje, en la que no le importa si recibe ovaciones o no, mientras concrete sus sueños.
Esa misma mentalidad aplica en su labor como cineasta, en la que, no busca contar historias comerciales, sino plasmar momentos especiales que la marquen, que incluso pueda realizar alguna catarsis personal.
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“A mí Agnès Varda (directora, actriz y guionista), me enseñó muchas cosas, una de ellas es que: ‘es más valioso ser cineasta que ser un perrito con medallas’, a mí me gusta el perrito salvaje, que va, que se mete, que puede aullar como lobo o puede hacer lo que se le dé la gana y creo que esa vitalidad no se nos puede olvidar”, afirmó Avilés en entrevista.
“Obviamente es pensar hacer cine por la dicha que es hacerlo, algo lindo de ella es que, en medio de una película se iba a grabar otra cosa, sin necesidad de un reconocimiento, o un aplauso, obviamente es muy gratificante y se buscan esas motivaciones, también, claro que hay un ego implícito, no sólo en mí sino en cualquier artista, pero uno no se puede olvidar de esa base que es tan bonita del porqué hacer cine”, agregó.
Así fue como nació la idea de “Tótem”, su segunda cinta, luego de “La Camarista” (2018), que estuvo a un paso de representar a México en los Premios Oscar de este año y que ahora es la máxima nominada por la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC), con 15 menciones para la entrega 66 de los Premios Ariel, entre las que destacan Mejor Película, Dirección, Coactuación Femenina, Masculina y Guion Original, entre otros.
“El trabajo tiene que hablar por nosotras, en todos los sentidos porque la gente no se voltea a ver quién la hizo, es la película, ¿a quién le va a importar mi nombre?, ¡a nadie!, el trabajo habla por nosotras, por nosotros, por todos, si uno pone ese sentido de responsabilidad, al final no importa quién realice el largometraje sino el trabajo finalizado, es muy lindo que el trabajo hable por nosotros”, expresó.
“Tótem” cuenta la historia de “Sol”, una pequeña niña de siete años que pasa el día en casa de su abuelo ayudando a los preparativos de una fiesta sorpresa para su padre. A través de la visión de una niña se aborda la pérdida de un familiar. El filme es protagonizado por Naíma Sentíes, Montserrat Marañón, Marisol Gasé y Saori Gurza.
“Esta película me ha enseñado más, desde la producción, la dirección, el casting, desde muchas capas y lo que he aprendido es que los premios son el regalo más grande, pero al final no sirven de nada si no puedes hacer tu siguiente película, entonces hay que también ponerle mucha energía.
“El chiste es que no pare la rueda, pero pues obviamente el cine son procesos, tiempos, uno tiene que ponerse su máscara de productora, economista, de entrar a esas aguas horrorosas de los números, pero luego también son las virtudes, así que hay que trabajar para que el otro filme salga”, indicó la directora, quien está en búsqueda de su siguiente proyecto.
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Los Premios Ariel se llevarán a cabo este 7 de septiembre, en el Teatro Degollado, en Guadalajara, Jalisco.
La película Tótem, disponible en la plataforma de streaming Netflix, aspira también a ser reconocida en las siguientes categorías: Revelación Actoral (Saori Gurza), Coactuación masculina (Mateo García Elizondo), Coactuación femenina (Marisol Gasé y Monserrat Marañón), Diseño de arte (Nohemí González), Edición (Omar Guzmán), Fotografía (Diego Tenorio), Sonido(Rune Palving, Daniel Rojo Solís y Guido Berenblum) y Maquillaje (Vanessa Coty).