El conflicto comercial que existe entre el gobierno de Estados Unidos y China por la prohibición del uso de los Huawei, causa malestar en ambos lados del Pacífico.
Tras el veto lanzado por parte del gobierno estadounidense, Google anunció que Huawei dejaría de utilizar los servicios de Android, los cuales dependen de la compañía de Mountain View.
La respuesta del fabricante chino fue anunciar su propio sistema operativo y, ante esto, Google decidió hacer una recomendación al gobierno de Estados Unidos, diciendo que permitiera a la compañía hacer el uso de los servicios de Android por la propia seguridad del País.
La justificación de la recomendación se basa en que la prohibición podría obligar a Huawei a crear una versión híbrida con menor seguridad, pues no contaría con servicios como Google Protect, que se encarga de analizar todo el contenido instalado en los dispositivos móviles, evitando así el malware.
De acuerdo a Google, si el gobierno no acepta la recomendación o la toma en cuenta, este nuevo intercambio de información podría afectar a toda la cadena, convirtiéndose en una fuente de ataque para los smartphones de Estados Unidos.