Una segunda bolsa de valores en el país no resolverá elproblema principal del mercado de valores mexicano que estárelacionado con factores estructurales, destaca un análisis de laFundación de Estudios Financieros (Fundef).
El documento, elaborado por el director general de Fundef,Guillermo Zamarripa, y el investigador Jorge Sánchez Tello, indicaque dichos factores estructurales se reflejan en el tamañopequeño del mercado medido por el número de emisoras, por valorde mercado, su limitado dinamismo y también el reducido número deinversionistas.
De acuerdo con el artículo “¿Una o dos bolsas en México?¿Qué es mejor?”, mientras que hay países como India donde haycasi ocho mil emisoras listadas en el mercado, o en Estados Unidoshay más de cuatro mil, en México hay casi 140 empresas.
Además, el valor de capitalización del mercado comoproporción del Producto Interno Bruto (PIB) es de aproximadamente40 por ciento en México, mientras que hay países en donde supera200 por ciento; al cierre de 2016 solo hubo 218 mil contratos deinversionistas.
De igual forma, el principal costo de entrada al mercado se pagaa los intermediarios colocadores, que son los responsables deacompañar a los emisores en su proceso de colocación y endistribuir sus títulos.
Por otro lado, en la actualidad, el régimen normativo que tienela Bolsa Mexicana de Valores (BMV) es muy estricto, al considerartemas de Gobierno corporativo, regulación operativa y de precios,además de tener una supervisión permanente de la autoridadreguladora.
En ese sentido, se destaca que “la BMV es un monopolio queestá altamente regulado y por lo tanto no se puede argumentar quepueda operar de manera autónoma y fijar condiciones que le hagangenerar una renta monopólica”. En caso de que existiera estasituación, las facultades que tiene la autoridad le permitiríancorregirla.
Por lo tanto, no se puede concluir que exista una ineficienciagrave a corregir con la entrada de competidores que no se puedahacer con las facultades que hoy tienen las autoridades.
“La entrada del nuevo participante no va a solucionar elproblema estructural de tamaño del mercado, no va a cambiar lascondiciones de oferta ni el comportamiento de los intermediarioscolocadores”, subraya el estudio.
Indica que lo que sucederá en México con la segunda bolsa esque la operación del mercado se fragmentará en dos lugares denegociación, la cual se concentrará en las acciones de emisorasde mayor tamaño y mayor liquidez.
Esta división tendrá un efecto en la complejidad de laregulación y de la ejecución de órdenes de losinversionistas.
En cuanto a la regulación, la autoridad tendrá que evaluarqué modelo de protección al inversionista se adopta, y de acuerdocon ello se obligará a los intermediarios a tener conexiones aambas bolsas o a instrumentar otro tipo de esquemas operativos,iniciando un proceso de incurrir en mayores costos por lafragmentación del mercado.
Menciona que el problema es que costos de ese tipo usualmenterepercuten al inversionista, amén de que hay otra complejidadoperativa debido a que la formación de precios se va a doslugares, y la labor de vigilancia de mercado se vuelve parcial ymás difícil.
Así pues, “abrir el mercado a una segunda bolsa apunta a queno solucionará el problema estructural de nuestro mercado y setendrá una competencia que resultará en costos y enineficiencias para los participantes y los inversionistas”,concluye el análisis. (Notimex)