No eres tú, soy yo.
Las tarjetas de crédito han sido enemigas de una mayoría de población, sin embargo, el uso de esta forma de pago no es tan mala como la pintan. Tener una tarjeta de crédito es de gran utilidad en ciertos casos, y es que una gran cantidad de personas que la han llegado a adquirir le dan un uso inadecuado, así que no... no es la tarjeta ¡eres tú!
Si tienes una tarjeta o has pensado adquirir una aquí te dejamos unos sencillos tips para su correcto uso.
1. No es totalmente tú dinero, el banco te lo presta.
Este es uno de los errores que la mayoría de usuarios con tarjetas de crédito comete, y es que manejan este ‘plastiquito’ como si de dinero en efectivo se tratara y ¡no!. Este dinero te lo presta el banco y al cobrarlo regularmente aumenta un poco debido a los intereses. Por ello te recomendamos no hacer uso frecuente de tu tarjeta al menos que sea un gasto que lo requiera, no lo utilices para pagar deudas, el resultado puede resultar peor.
2. Limita el uso de tu tarjeta a un 30%
Siempre ten en mente que no puedes gastar más de lo que ganas, por ello se recomienda que sólo utilices el 30% de tu crédito, del cual no necesariamente tienes que hacer uso cada mes.
Reiteramos, no importa cuántas tarjetas tengas sino como las utilizas. Evita endeudarte, recuerda que existe el buró de crédito el cual califica por medio del score crediticio que varía desde los 400 a los 850 puntos según tu comportamiento financiero, esta calificación sirve a los bancos y empresas como una medición de tu responsabilidad financiera.
Es importante recordar que el crédito es solo un préstamo, este generará intereses si no lo pagas en el periodo que estipula el banco (que suelen ser unos 20 días después de la fecha de corte), por ello debes ser responsable con tus finanzas y procurar no atrasarte con los pagos de no ser así, seguro que terminarás odiando las tarjetas de crédito.
3. Pagar tu deuda a tiempo
La principal y más importante. De nada sirve hacer lo anterior, si no pagas el dinero que el banco te prestó... calcula bien las mensualidades de las compras que realices para no llevarte sorpresas después.
Además, cuando te retrasas en un pago, existe la posibilidad de que se generen intereses y la deuda aumente más que el principio.