/ sábado 2 de diciembre de 2017

¡Tu amigo no te quiere! Revelan que perritos no sienten amor, sino placer

De acuerdo con estudios, los perros liberan oxitocina, hormona de placer, pero no consiguen procesarla y traducirla en sentimientos

Hasta la fecha, se cree que los animales, como seres sociales, necesitan estar en contacto con sus congéneres para desarrollar sus habilidades comunicativas y, así mismo, poder crear vínculos entre ellos.

Sin embargo, recientes estudios realizados por el psicólogo, Stanley Coren, quién es autor de varios libros sobre la inteligencia de los perros, ha comentado que el límite en el rango de inteligencia que pueden mostrar los perros, no excede más que la de un niño de dos años. Las mascotas podrán mostrar alegría, miedo, ira o disgusto, pero no la totalidad de sentimientos que los humanos mostramos día con día.

Foto: Pixabay

 

De acuerdo con el artículo realizado por el científico Paul Zak, en su laboratorio en la Universidad de Graduados de Claremont, mostró la estrecha relación entre la molécula llamada: 'Oxitocina' u hormona del amor o felicidad y su relación con las relaciones humanas.

Dentro de este estudio, 100 candidatos dejaron una muestra de sangre antes de entrar a una sala a jugar con un perro o gato por 15 minutos, para medir posteriormente sus niveles de oxitocina.  El resultado fue que solo 30 por ciento de los candidatos presentó mayores niveles de oxitocina en sangre tan solo por jugar con una mascota.

Foto: Pixabay

 

El investigador toma como base el comportamiento similar al de los humanos que han mostrado los perros, gatos y otros animales, planteándose la posibilidad de que los perritos puedan sentir amor por los humanos.

Como ejemplo, Zak comenta que en uno de sus viajes a un refugio de animales en Arkansas, obtuvo muestras de sangre de perros quienes tras haber jugado con una cabra, y la consideraban como un 'amigo', habían tenido mayores niveles de oxitocina.

Foto: Pixabay

 

Para el autor de la investigación, esto demuestra que mientras ambos animales jugaban sus niveles de oxitocina subieron, llegando a enamorarse uno del otro.

Sin embargo, Jonathan Astucuri, neurocientífico de la Universidad Peruana Cayetano Heredia, comentó que los perros también liberan la hormona del amor, pero su capacidad cognitiva no les permite procesar el sentimiento del amor: 'el animal va a ti porque sabe que con ese estimulo obtendrá cariño y comida, que es lo que el quiere porque le genera placer', en entrevista con el diario peruano El comercio.

Hasta la fecha, se cree que los animales, como seres sociales, necesitan estar en contacto con sus congéneres para desarrollar sus habilidades comunicativas y, así mismo, poder crear vínculos entre ellos.

Sin embargo, recientes estudios realizados por el psicólogo, Stanley Coren, quién es autor de varios libros sobre la inteligencia de los perros, ha comentado que el límite en el rango de inteligencia que pueden mostrar los perros, no excede más que la de un niño de dos años. Las mascotas podrán mostrar alegría, miedo, ira o disgusto, pero no la totalidad de sentimientos que los humanos mostramos día con día.

Foto: Pixabay

 

De acuerdo con el artículo realizado por el científico Paul Zak, en su laboratorio en la Universidad de Graduados de Claremont, mostró la estrecha relación entre la molécula llamada: 'Oxitocina' u hormona del amor o felicidad y su relación con las relaciones humanas.

Dentro de este estudio, 100 candidatos dejaron una muestra de sangre antes de entrar a una sala a jugar con un perro o gato por 15 minutos, para medir posteriormente sus niveles de oxitocina.  El resultado fue que solo 30 por ciento de los candidatos presentó mayores niveles de oxitocina en sangre tan solo por jugar con una mascota.

Foto: Pixabay

 

El investigador toma como base el comportamiento similar al de los humanos que han mostrado los perros, gatos y otros animales, planteándose la posibilidad de que los perritos puedan sentir amor por los humanos.

Como ejemplo, Zak comenta que en uno de sus viajes a un refugio de animales en Arkansas, obtuvo muestras de sangre de perros quienes tras haber jugado con una cabra, y la consideraban como un 'amigo', habían tenido mayores niveles de oxitocina.

Foto: Pixabay

 

Para el autor de la investigación, esto demuestra que mientras ambos animales jugaban sus niveles de oxitocina subieron, llegando a enamorarse uno del otro.

Sin embargo, Jonathan Astucuri, neurocientífico de la Universidad Peruana Cayetano Heredia, comentó que los perros también liberan la hormona del amor, pero su capacidad cognitiva no les permite procesar el sentimiento del amor: 'el animal va a ti porque sabe que con ese estimulo obtendrá cariño y comida, que es lo que el quiere porque le genera placer', en entrevista con el diario peruano El comercio.

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