Son más de 30 tipos de sangre los que existen en todo el mundo y tan sólo el 2% de la población posee sangre dorada o sangre de oro.
Fue en el siglo XX cuando Karl Lansteiner descubrió que existían diferentes grupos sanguíneos, muchos de ellos no eran compatibles y podían causar hemólisis, anemia, fallos renales e incluso la muerte.
La sangre está compuesta por una proteína llamada antígenos que provoca la formación de los anticuerpos que protegen al ser humano de las enfermedades, estos se clasifican en A y B o también en Rh.
El 65% de la población pertenece al grupo sanguíneo de A+ y O+, que son los más comunes, y el tipo de sangre más raro es el AB-, ya que solo el 2% de las personas lo tienen.
En los años 60 del siglo pasado fue cuando se descubrió este tipo de sangre y decidieron llamarla sangre dorada o sangre de oro porque no tiene Rh y en los últimos 70 años solo han detectado a 40 personas con este grupo sanguíneo.
Es importante detectar a este 2% de la población porque no son compatibles con el 99.9999994% de la sangre que es donada, por lo que esta población.
Si bien este tipo de sangre se puede administrar en casos muy específicos, tiene una alta capacidad de salvar vidas.
Las consecuencias de este fenómeno en quienes lo padecen, es que además de las posibilidades de padecer anemia leve, en caso de necesitar una transfusión de sangre, solamente podría ser de alguien con la misma característica, lo cual sería extremadamente difícil por la poca cantidad de personas con ella.