La concentración multicultural que genera un evento deportivo, nos permite conocer una infinidad de historias, anécdotas y recuerdos de todas partes del mundo.

La historia del Gilberto Martínez es una de las mejores y más plausibles que te imagines. Comienza así: él es un aficionado mexicano que viajó hasta Rusia para ser testigo del Mundial 2018; se fue con la maleta llena de emociones y un vacío en el alma que nada ni nadie podrá llenar.

Con tan solo 41 años de edad, casado desde hace 14 años con Verónica Raschiotto, una mujer de origen Argentina quien en 2001 viajó desde Lanús, hacia la ciudad de México para buscar trabajo, consiguiéndolo en una de las inmobiliarias más grandes de Estados Unidos.

Juntos, el mexicano y la argentina formaron una familia con dos hijos, con quienes ya tenían planeado viajar hasta el continente asiático para seguir de cerca la participación de la Selección de los países que los vieron nacer; sin embargo, un accidente fatal cambió los planes de manera drástica.

El pasado 28 de abril Verónica y sus dos hijos, Mía y Diego, viajaron a Miami a visitar a un familiar cuando un accidente automovilístico les arrebató la vida de un tajo al morir al instante.

Devastado por la noticia, Gilberto no quiso investigar o buscar un castigo justo para un joven de 21 años de edad, quien fue el presunto causante del accidente donde perdieron la vida su mujer y sus dos hijos.

Para cerrar el duelo provocado por la perdida, su psicóloga le recomendó cerrar el único asunto pendiente que tenía con su familia, le recomendó viajar a Rusia para presenciar el mundial.

“Fue muy difícil llamar a la aerolínea y a los hoteles y pedir que cambien los nombres de los pasajes y reservas. Vinieron dos amigos en lugar de ellos. Uno, argentino”, relató.

Gilberto y sus amigos portan playeras de México con los nombres de Verónica, Diego y Mía, además de los ID´s de ellos.

Con un nudo en la garganta detalló que el pasado domingo 17 de abril, día del padre y fecha en que México enfrentó a Alemania en una justa de extrema exaltación, al sonar el silbatazo final del encuentro, Gilberto Soltó en llanto y no solo por la emoción del triunfo del tricolor, sino más bien porque al regresar a ver a sus costados no encontró a sus hijos para festejar el momento tan singular.

Devastado aún, el mexicano explicó que desde hace tiempo mantiene relación con Guillermo Ochoa, arquero de la Selección Mexicana, a quien le regaló los guates que usaba Diego, Su Hijo, y después del partido, el mismo seleccionado a través de un mensaje le aseguró que el juego tenia dedicatoria especial para su familia.

Este jueves, Gilberto estuvo presente en el partido Croacia contra Argentina y lo hizo con un motivo, pues Diego tenía muchas ganas de conocer a Neymar; también presencio el juego que Argentina empató con Islandia por la misma razón, pero tiene aún un objetivo pendiente antes de emprender su retirada camino a casa y es que el ídolo argentino, Lionel Messi firme una camiseta para su hijo, para lo cual aseguró que está haciendo todo lo posible para llegar hasta él.