Vende sus obras para pagar su ingreso a la Escuela de Artes

Samuel aplica técnicas de la artesanía de Xalitla, lacas de Olinalá e incluso ha desarrollado procesos propios

Abel Miranda | El Sol de Acapulco

  · viernes 14 de abril de 2023

Sus manos crean excelentes piezas. / Foto: Abel Miranda | El Sol de Acapulco

Intentar hacer un retrato a lápiz, de la que hace tres años era su novia, llevó a Samuel Alvarado Flores a tomar los primeros cursos para la elaboración de pinturas artesanales, hoy a sus 19 de edad, ha perfeccionado técnicas y su destreza lo hace dibujar casi sobre cualquier superficie, sus obras las vende en el zócalo y sueña con ello poder pagarse la carrera de artes en una buena universidad del centro del país o en el extranjero.

Samuel tomó un curso de elaboración de artesanías con un particular, aprendió a forrar botellas de cuero y luego pintarlas, a decorar tazas, cabezas de res con cuernos, aplica técnicas de la artesanía de Xalitla, lacas de Olinalá e incluso ha desarrollado procesos propios.

“Me gustaría poder ir a una buena universidad a estudiar artes, para aprender más cosas y crear cosas con más técnica”, señaló mientras colorea una botella forrada a la que imprime motivos con la tradición y cultura del municipio de Quechultenango.

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Indicó que muchas personas que conocen de su trabajo le encargan decorar artículos de manera personalizada y son únicos, por ejemplo ha realizado trabajos en fundas de celular, portanavajas, bules, cantaros, tazas, cabezas de res, botellas, sombreros, vestidos y muchas cosas más que son a petición de sus conocidos.

Samuel junto a otros artesanos se encuentran instalados en la puerta del palacio de la cultura. / Foto: Abel Miranda | El Sol de Acapulco

Relató que siempre le gustó dibujar y en su momento inició un trabajo de pintura para la joven que era su novia, por eso fue a tomar el curso para que el dibujo saliera bien, lo hizo y a la mujer le encantó, a pesar de ello su relación llegó a su fin, hoy la recuerda de manera amable y agradece el impulso para mejorar sus obras, y cuando le preguntamos si la volvería a dibujar, el en medio de una carcajada dijo “claro que sí, pero ahora cobro”.

Samuel junto a otros artesanos se encuentran instalados en la puerta del palacio de la cultura, todos los días se le encuentra elaborando su material, no vende productos que traiga de importación o revende lo que otros producen, lo que está en su mesa son sus propias creaciones.

“Un día espero poder estar mostrando mis cuadros en el interior del museo, o en este palacio de la cultura, porque tengo una meta de estudiar y poder hacer obras con mayor nivel como Picasso, como Miguel Ángel o Diego Rivera y muchos otros artistas que han dejado huella en el mundo”.