Por 20 años Jesús Ramírez se ha dedicado a la venta de artesanías a bordo de una pequeña embarcación en las playas de Caleta y Caletilla en la zona Tradicional de Acapulco.
Cuenta Jesús que a los seis años de edad, inició en este oficio ayudándole a su abuelo y papá, hoy en día el negocio le pertenece y es donde obtiene recursos para cubrir las necesidades de su familia.
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Desde muy temprano llega a la playa y empieza a cargar con las artesanías de caracoles, conchas, llaveros, juguetes de plástico, gorras, collares, pistolas de plástico, así como muñecos de peluche, balones así como todo tipo de recuerdo de Acapulco que ofrece a los visitantes en la arena y en el mar cuando se pega a las embarcaciones de fondo de cristal que se utiliza para los paseos turísticos.
“Está un poquito tranquilo en las ventas, pero ya gracias a dios, está llegando un poco más de gente y esperemos en Dios que esto mejores”, dijo Jesús al momento de cargar con la mercancía la pequeña embarcación para iniciar un día más de trabajo en el mar y bajo los candentes rayos del sol.
Dijo que a los seis años además de aprender el oficio del comercio de artesanías, también aprendió a bucear en el mar, lo que ya ha ayudado mucho para hacer su trabajo de mejor manera.
Jesús al igual que muchos comerciantes y prestadores de servicio turístico, fue afectado por los fenómenos naturales que se registraron en menos de un año, además del mar de fondo que le ha ocasionado la pérdida de su mercancía en el fondo del mar.
Sin embargo, asegura que estos son gajes del oficio, y que debe de seguir adelante con su trabajo debido a que de la venta de su artesanía en las playas Caleta y Caletilla.
Además de las artesanías, Jesús también carga en su lancha con ostiones que también ofrece en alta mar a los turistas que gustan de este producto.
Su vida es el comercio y el mar a donde diariamente ingresa con su embarcación con la ilusión de tener más ingresos que el día anterior.