Sebastián dejó su taxi que por más de 10 años condujo llevando a turistas y lugareños por las calles angostas de Taxco de Alarcón y ahora se dedicará a la albañilería debido a la violencia.
"Ser taxista se volvió un oficio peligroso y trabajar bajo amenaza en estas condiciones no se puede”, lamentó.
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Sebastián, en su clásico vochito -que son taxis tradicionales en este Pueblo Mágico-, brindaba el servicio por diferentes puntos de Taxco, pero desde hace un mes tuvo que dejar la ruleteada porque “la cosa se puso fea”.
Así expresa Sebastián cuando relata que además de pagar la renta por las placas, sacar la cuenta del día, también tenía que dar la cuota que les exigen los delincuentes al sitio de Taxco donde él pertenece.
Ahora Sebastián , quien dice que se siente más tranquilo al dejar de trabajar de taxista, se dedica a hacer trabajos de albañilería; “lo bueno que ahorita hay mucho trabajo”.
Su familia ya le había pedido en varias ocasiones que ya no siguiera trabajado en el taxi porque los homicidios y desapariciones de personas se estaban incrementando.
“Ya muchos compañeros están decidiendo optar por dejar el taxi, ya no quieren saber nada porque ahora es peligro ser taxista, hay muchos que ya se fueron de Taxco a trabajar a otro lado y como yo que ahora mejor trabajo de albañil , es más seguro”.
Recordó Sebastián que antes ser taxista era peleado y había mucha competencia, pero ahora “ya no quieren saber nada, ahora le piensan".
Relató que a una señora que rentaba placas de taxi, “le cayeron los malos” y además de obligarla a pagar “la cuota”, también le exigían que se fuera a la presa, que se ubica cerca del municipio de Ixcateopan, en la madrugada para llevarle de comer las personas que vigilan.
A otros taxistas los obligan a estar de “halcones” y lo tienen un hacer porque están amenazados.