De no ser por su esposa, Pancho no habría sabido cómo llevar el sustento diario a su hogar, ya que al menos la mitad de los ingresos que obtienen provienen del transporte público.
Solo concluyó sus estudios de preparatoria, y lleva más de cinco años siendo conductor del transporte público en Chilpancingo, en la modalidad de urvan.
Para él, la situación que vive el transporte es complicada, porque son cientos de familias que dependen de ese trabajo al frente del volante.
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Aún con la situación, el no piensa en abandonar ese trabajo, pues suma años, antigüedad y experiencia, que lo han llevado a ganar hasta 600 pesos por 14 horas conduciendo al día.
Ante estos últimos hechos de violencia, su familia le pide que trabaje en otra cosa, sin embargo, sostiene que a veces se gana muy bien, y también porque no podría conseguir otro trabajo con el que pueda cubrir sus necesidades con su nivel de escolaridad.
Los 600 pesos que ha llegado a ganar en un día, son por una jornada laboral que inicia de 6:00 a las 21:00 horas. Al tratarse de un trabajo informal, no cuenta con prestaciones, ni seguro social.
Su mujer trabaja por cuenta propia, y entre ambos distribuyen los gastos para mantener a sus dos hijos por lo que en estos días de suspensión del servicio de transporte por inseguridad, su esposa ha sido el soporte de la familia.
En días pasados, un ataque a una base de urvans de la ruta Los Ángeles-Mercado, provocó que la mayoría del transporte en Chilpancingo permanezca suspendido.