Arriesgando el físico, Ángel hace malabares con machetes en la costera Miguel Alemán y la avenida Ruiz Cortines, para sacar unos pesos y sostener su hogar.
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A sus 26 años ha viajado a diversos estados del interior de la República, por cierto, señaló que fue en Tijuana, en donde encontró a su perrita "Tomasa" y es quien lo acompaña en sus jornadas de trabajo.
En ésta ocasión se trasladó a la avenida Ruiz Cortines, en donde deleitó a los automovilistas con sus malabares con machetes, sin cortarse.
Pero no siempre se dedicó a este peligroso oficio, por lo de los machetes, pues reveló que antes fue tortillero y después payaso, pero siempre hay que innovar, dice.
Se le pregunta si hace algún número con "Tomasa", pero señaló que no, aunque baila y cuando termina su rutina ya sabe que debe meterse a la maleta para irse a descansar.
En esos momentos cambia de color el semáforo, es entonces que toma los machetes y los lanza al aire, con gran habilidad, para enseguida hacer una reverencia a su público.
Rápidamente se desplaza entre los automovilistas y algunos le regalan unas monedas, que son una buena ganancia y después corre a la banqueta.
Refirió que es originario del puerto de Acapulco, pero ha viajado por varios estados ganándose la vida con su rutina, lo que le permite ganarse unos pesos y sostener a su familia, para enseguida repetir su número a un nuevo público que se detiene en el crucero de la zona de hospitales.