A pesar que solo tiene un año y dos meses tocando el saxofón, don José Guadalupe Pastrana Zavaleta, llega desde El Papayo al puerto de Acapulco a ganarse la vida entonando clásicos del ayer y que se quedaron para siempre.
Lea también: Don Agustín Núñez abrió su propio antro en su domicilio
Este personaje, quien ya se ha hecho costumbre verlo por el Mercado Central, con su saxofón en mano, reconoce que tiene poco tiempo dedicado a la música, pues su negocio principal es vender barbacoa de chivo en El Papayo, municipio de Coyuca de Benítez.
Pero ya no deja, la clientela bajó y por eso tuvo que tomar clases prácticas para tocar su instrumento de viento, eso sí con mucho sentimiento y con las notas bien definidas que con el simple tono se sabe qué música está interpretando.
Dijo que no es la única entrevista que ha concedido, por lo que está consiente que la publicidad le ayuda en su trabajo y que lo conozcan más personas, como ocurre en el Mercado Central en donde les gusta como toca el saxofón.
En esos momentos se corta la entrevista un potencial cliente le pide la canción “A mi Manera”, esa que hizo famosa el extinto charro de Huentitán, Jalisco, Vicente Fernández, pero mejor le toca a “Mi Linda Esposa”, que le rinde frutos al recibir las primeras monedas del día.
Al retomar la plática, agradece el espacio y dice que siente contento porque está abriendo mercado día a día, luchando por salir delante de manera honesta, pero sin descuidar su puesto de venta de barbacoa de chivo, el cual atiende todos los días.
Estoy a 500 metros del entronque con la carretera federal Acapulco-Zihuatanejo, del lado derecho, aunque la verdad ya no le da como antes y culpa de esto a la vía rápida, pero pese a esto conserva a sus clientes que saben que vende calidad, incluidos turistas que van de viaje.
Refirió que tiene 35 años que salió de su tierra, Tepecuacuilco de Trujano, para asentarse en El Papagayo, por lo que ya se siente costeño y ahora busca ganarse el pan de cada día en Acapulco, aunque en ocasiones viaja a Atoyac de Álvarez.
Señaló que dentro de su repertorio tiene cumbias, boleros, rancheras y románticas, haciendo hincapié que todo se lo debe a su padre, pues fue músico que tocaba la guitarra y otros instrumentos musicales, pero también fue compositor; “me dejó la mejor herencia”.
Finalmente da por concluida la plática, cuando una joven se le acerca para pedirle toque una canción, que de inmediato acepta y toma aire para tocarle a su nueva clienta.