El biólogo marino Juan Manuel Barnard Ávila propuso colocar varios sensores en el mar para medir la temperatura y poder determinar en un futuro de qué magnitud pueden presentares fenómenos y tomar las medidas necesarias y no vuelva a repetirse lo que pasó durante el huracán Otis.
“Son sensores que registran la temperatura minuto a minuto, donde se pretende sacar esos datos cada semana y tenerlos en una computadora. La idea es tener una alerta temprana que nos permita elaborar protocoles de prevención”.
Lea también: Estudian sismos en Guerrero para alertamiento previo de terremotos
El experto explicó que esos algoritmos permitirán en el futuro saber de qué magnitud pudiera llegar a ser un fenómeno, reconociendo que a la fecha no es posible, no obstante, todo eso es en base a cálculos muy sofisticados, pero que son posibles y de esa manera tener una alerta temprana que permita elaborar protocolos de atención.
Barnard Ávila mencionó que por el momento ya cuenta con 4 sensores, sin embargo, se necesitan 50, el costo de cada uno de ellos es de 2 mil pesos por pieza, lo que suma un total de 100 mil pesos, gestión que hará con los gobiernos y cámaras empresariales.
“Cómo fase número uno se pretende colocarlos en la red hidrográfica frente al litoral y sacar los datos, como fase dos, colocar dos boyas en Acapulco, por el momento, ya que lo idóneo sería en todo Guerrero, para localizar las anomalías térmicas que son las que ayudan con más rapidez y con mayor magnitud se formen los huracanes”.
El biólogo refirió que se tienen 62 kilómetros de litoral y los sensores serán colocados a 15 y 25 metros de profundidad, dependiendo donde hay mayor dinámica de corrientes.
Refiero que el sensor es muy pequeño y se corre el riesgo de perderse, por ello se le coloca un acuerda, georeferencian con GPS y sacan la profundidad, ademas de trazar una ruta, para su búsqueda en un area de 725 metros cuadrados.