Sobre la calle Cinco de Mayo en el centro de Acapulco en un pequeño local de concreto se encuentra don José, un hombre de 63 años de edad que se dedica a reparar las máquinas de coser Singer.
Don José, tiene 40 años de estar en este lugar recibiendo las máquinas de coser que a pesar de que la empresa “Singer” ya no las fabrica, para él esto no es un impedimento para buscar las piezas descompuestas y dejarlas funcionando al cien.
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Al día se repara entre tres o cuatro máquinas de coser, y algunas de estas asegura que las dejan pero no las desecha, porque ha pasado que después de algún tiempo regresan por ellas.
“Yo empecé a los 20 años a trabajar reparando máquinas en la misma empresa Singer, y solo tardé dos años porque cerró la empresa y desde ese momento, empecé con mi taller propio aquí en la Cinco de Mayo donde aún sigo y seguiré hasta que dios diga”, señaló.
Recordó que cuando tenía 20 años, le enseñó este oficio el señor Octavo Castrejón, quien ya falleció pero el legado lo tiene el, y hoy este trabajo representa su ingreso diario para mantener a su familia.
dijo que si es complicado en alguno de los casos tener las piezas descompuestas en poco tiempo, debido a los años que tienen las máquinas de coser, pero se consiguen y se reparan para que vuelva ser utilizadas.
La mayoría de sus clientes, son los sastres y los costureros que lo siguen buscando para reparar sus máquinas, que comúnmente, se descomponen de las bobinas, de los carretes y de las parte donde se colocan las agujas.