La ciudad de Taxco de Alarcón, no sólo es considerado un pueblo mágico por su cultura e historia, sino también por contar con monumentos como Santa Prisca que es considerada como un ícono en materia turística de este lugar situado en la parte norte de Guerrero.
El templo de Santa Prisca, ubicado en la parte central de Taxco de Alarcón, fue construido de febrero de 1751 por instrucciones de José de la Borda, quien era considerado en ese momento como un empresario acaudalado en el sector minero en el pueblo mágico.
La iglesia que es considerada uno de los principales sitios turísticos de Taxco de Alarcón, tiene una altura de 94.58 metros desde la planta baja al último campanario, esto según los propios historiadores, mineros y agentes turísticos que promueven el turismo en el pueblo mágico.
Santa Prisca, tiene más de 250 años de antigüedad y está construida con un estilo barroco novohispano del siglo XVIII, forrada con piedra de cantera rosa y cuenta una pintura en oro y colores que fueron plasmados por el pintor Miguel Cabrera.
Para el sector turístico de Taxco de Alarcón, el templo de Santa Prisca representa el mayor monumento que atrae a miles de turistas tanto nacionales como internacionales, además de la actividad minera que también le ha dado una imagen al pueblo mágico de Guerrero.
El sismo ocurrido el 19 de septiembre del 2017, afectó de manera considerable la estructura de una de las grandes cúpulas del templo de Santa Prisca, por lo que por un tiempo el lugar se mantuvo cerrado debido a los trabajos de rehabilitación que realizó el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Posteriormente a este fenómeno natural, el recinto religioso volvió a cerrar sus puertas a turistas y residentes por el tema de la prevención sanitaria que se aplicó en Guerrero por la pandemia del Coronavirus.
Hoy en día, el culto religioso es considerado como un patrimonio cultural y representa la imagen turística de Taxco de Alarcón.
La restauración de Santa Prisca fue parte de los 11 mil 500 millones de pesos que el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), destinó para la rehabilitación de todos los recintos católicos que se afectaron por el intenso sismo.