En los días posteriores al embate del huracán Otis en Acapulco, que dejó incomunicada de las redes sociales a prácticamente toda la población, era común ver personas estresadas y con cuadros de ansiedad por no tener acceso al ciberespacio o simplemente no tener más noticias de lo que estaba pasando. Eran signos del llamado síndrome de abstinencia, muy común en personas con algún tipo de adicción.

La gente se sentía incómoda por no poder utilizar el celular ya sea para comunicarse por WhatsApp o ingresar a sus redes sociales, el huracán colapsó totalmente la red celular, incluso en la actualidad hay zonas donde no hay señal.

Después de algunos días este fenómeno de desesperación fue disminuyendo y la gente ya no sentía que le faltaba algo.

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Según un estudio publicado en mayo de 2022 en la revista estadounidense Ciberpsicología, comportamiento y redes sociales, hacer una pausa de las redes sociales durante una semana es suficiente para tener grandes mejoras en el bienestar de las personas.

La investigación señala que la desconexión contribuye a mejorar las relaciones interpersonales, las familias retoman la comunicación o incluso vuelven a pasatiempos antiguos y descubren nuevas aficiones.

Desconectarse para conectarse con la vida real

Expertos en salud mental han notado que cada vez más personas tienen la necesidad de un periodo de desconexión de las redes sociales, lo difícil es llevarlo a cabo.

Se recomiendan intervalos de dos horas para usar el celular de manera libre, así como caminatas durante periodos de descanso o alguna actividad manual, pero es fundamental restablecer la comunicación personal con amigos o familiares, sin tener el teléfono en la mano.

Todos estos cambios de conducta contribuirán tener una mejor salud mental, así como a enriquecer las relaciones personales. Debemos desconectarnos, aunque sea por un tiempo de la red, para conectarnos con la vida real.