Comportamientos inadecuados, como caprichoso, mandón, desobediente, berrinchudo, que busca ante todo conseguir a como de lugar lo que tanto desea y lo obtiene siempre que se lo propone, son características del Niño Emperador.
De acuerdo a la psicóloga Jenmi García, este síndrome nace por una sobreestimulación a los niños, debido a las inseguridades de los padres al darles privilegios sin ninguna condición por la falta de tiempo para compartir con ellos.
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“Es necesaria la presencia de un profesional de la salud mental y conductual guiando a los padres para eliminar las conductas características de este síndrome; se les debe enseñar a los niños a obtener las cosas a través de un esfuerzo y actuar adecuado”, recomendó la experta.
Destacó que al Niño Emperador se le conoce como síndrome de TOC (Trastorno de Oposición Dominante), al cual se le deben establecer normas y límites desde una edad temprana y tener cero tolerancia con la violencia en cualquiera de sus formas psicológica o física.
Exhortó a los padres de los niños “emperador” a tener una conducta adecuada para así poder predicar con el ejemplo, así como tener una correcta comunicación sin palabras antisonantes u ofensivas, pero sí clara y determinada.
“Es importante practicar el escuchar de manera activa y respetar sin ningún tipo de burla la opinión del niño o de quien rodea al niño”.
Jenmi García reiteró que en su mayoría estos niños se convierten en los reyes del hogar debido a la carecía que existió anteriormente en sus papás, es decir, que sin darnos cuenta los padres fomentamos esta conducta en nuestros niños dándoles todo sin enseñarles a pedir, recibir o ganar.