Unos 600 millones de personas enferman en el mundo cada año debido al consumo de alimentos contaminados, y 420,000 fallecen por esta causa, unas muertes que pueden evitarse con el esfuerzo de todos, recordó hoy la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el Día de la Seguridad Alimentaria.
"Tenemos una responsabilidad colectiva para asegurar una alimentación sana y nutritiva", destacó en un mensaje para conmemorar la jornada el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, quien subrayó que los niños son los más vulnerables ante este problema.
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"Nadie debería morir por intentar alimentarse", afirmó el experto etíope, que subrayó la responsabilidad de productores, gobiernos, firmas de transporte, tiendas y restaurantes en la seguridad alimentaria.
Mejorar la seguridad en los alimentos que consumimos no sólo reduce la mortalidad infantil y la malnutrición, sino que "hace que los niños pierdan menos clases, que los adultos mejoren su productividad y que se reduzca la presión sobre los sistemas sanitarios", concluyó Tedros.