Un inmueble que hace más de 100 años albergó el primer lugar de expiación de culpas en Chilpancingo, hoy en día funciona como una sede de tribunales federales de circuito donde paradójicamente se imparte la justicia.
El edificio se ubica en la esquina de la avenida Benito Juárez con Galo Soberón y Parra, en el centro de la ciudad, a unas cuadras del zócalo de la capital guerrerense.
Del otro lado de la calle, se encuentra la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Guerrero (CDHEG), en un lugar rodeado de puestos de comida de ropa y peluquerías.
Existen algunas fotografías antiguas en las que se aprecia que el tiempo no pasó en ese edificio, dado que la fachada principal que de encuentra retratada en blanco y negro se sigue observando sin cambios de fondo, solo que en el siglo pasado, campos verdes rodeaban el edificio.
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Hay poca información sobre esta construcción, solo que comenzó a funcionar como cárcel en el año de 1908, y hasta el 1958, cuando se construyó una sede alterna al sur de Chilpancingo.
Se trata del actual Centro de Readaptación Social, construido durante el gobierno de Alejandro Cervantes Delgado, el cual se localiza en la colonia Valle Sur Santa Rosa, cerca de Ciudad Judicial.
La antigua cárcel está convertida en sede de tribunales federales de circuito, por lo que está cerrada al público y sólo puede observarse la arquitectura desde fuera.
En 2019, las autoridades fueron criticadas por realizar una trabajo de remodelación del inmueble, en la que se pretendía cubrir con cemento las paredes de piedra que aún se conservan.
En la actualidad, sobre el edificio el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) no cuenta con información sobre la historia de esta construcción de hace más de 100 años, que sobrevive entre locales de comida, ropa y barberías.
Aunque muchos pasan por la construcción, muy pocos saben lo que llegó a albergar algún día, y que se trata de un lugar de historia para los chilpancingueños.