Desde hace décadas durante la Semana Santa el sábado de Gloria se ha acostumbrado a arrojarse agua, algunos desconocen los motivos sólo lo hacen por mera tradición.
Sin embargo, se dice que se práctica como una manera de purificar el alma y lavar todos sus pecados, no obstante, en algunas colonias de Acapulco han dejado de hacerlo ante la escasez del agua.
Dicha festividad era esperada por los colonos en su mayoría jóvenes y niños como manera de pasar un momento de alegría y unión entre los vecinos.
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Recordó la señora Anita de la colonia Paso Limonero que antes sus nietos preparaban tinas y globos con agua para arrojárselos a quién pasará, “hoy ya no nos podemos dar ese lujo de tirar agua, queramos para bañarnos”.
Se dice que dicha tradición se debe porque en la edad media la iglesia católica ordenaba que se guardara luto absoluto durante la Semana Santa, no se podían ni bañar, periodo que terminaba precisamente el sábado y al llegar este día, las personas solían aventarse cubetadas de agua para purificar su alma y lavar sus pecados.
Asimismo ese día Sábado de Gloria durante la noche, las iglesias bautizaban a muchos que deseaban convertirse en fieles católicos, pero debido al gran número que asistían, los sacerdotes optaban por mojar a todos al mismo tiempo en lugar de utilizar la pila bautismal, arrojándoles agua.
Cabe mencionar que en algunas ciudades del país hace algunos años se prohibió desperdiciar el vital líquido, ante la escasez advirtiendo de que aquellos que fueran sorprendidos desperdiciando agua de forma indiscriminada, serían acreedores a un arresto o una multa.