La tradición de partir Rosca de Reyes es un emblemático convivio que realIzan los mexicanos por décadas en los hogares, en el trabajo y en las escuelas y tiene un tinte religioso.
El 6 de enero es la fecha para rememorar la Epifanía, que significa: manifestación, ya que fue el día que los Reyes Magos encontraron y conocieron al niño Jesús para llevarles presentes: oro, mirra e incienso.
La tradicional Rosca de Reyes es un pan circular que está adornado con higo, anís, acitrón y azúcar. En ella se esconden varias figuras pequeñas con la forma del Niño Dios.
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Cada uno de los asistentes debe partir su propio pedazo, y a quien le toque alguno de estos muñequitos será el encargado de preparar los tamales para el Día de la Virgen de la Candelaria el dos de febrero.
La señora Leonor Levaro por más de 20 años se ha dedicado a hornear pan y con ello en el mes de enero la rosca de sabor naranja y la tradicional.
Ella es originaria de Chilapa, municipio de la zona centro de Guerrero y ha dedicado la mitad de su vida a hacer pan en la colonia Hogar Moderno de Acapulco.
Ella recordó que en estas fechas hace 5 años el vender las roscas era muy significativo ya que sus ventas eran altas, hoy tiene mucha competencia, aunado a los altos incrementos de los precios en la manteca, gas, harina y materia prima.
Son más de 10 trabajadores los que de lunes a sábado hornean pan con ese sazón especial chilapeño.
Son sólo dos días que elaboran las roscas y aproximadamente hornean 700 piezas de diferentes tamaños, unas las venden ahí mismo en la panadería “La Chilapeña”, otras las entregan a vendedores que las comercializan en puntos estratégicos de diferentes colonias del puerto.
Son dos tipos de roscas la que ellos preparan la tradicional de pasta, harina y huevo y la de panqué la cual lleva esencia y ralladura de naranja, polvo para hornear, mantequilla, huevo, relleno de chocolate, azúcar, levadura, manteca y acitrón de color rojo y verde para decorar.
Los precios son variados según sea el tamaño va desde los 100 a 400 pesos y desde 5 a 20 personas son las que pueden degustar el esponjoso pan acompañado de un chocolate caliente.