El puerto de Acapulco se convirtió en tierra de oportunidades, al menos así lo descubrió el Payaso Triste, que llegó a ganarse unos pesos, pero también para disfrutar del festejo de año nuevo a la orilla del mar y al lado de su esposa.
Abordado en los momentos en que se disponía a ingresar a una tienda de conveniencia y a pesar del maquillaje, era visible los estragos del abuso del alcohol, pero contento de poder haber sido parte de la experiencia de disfrutar la gala de pirotecnia.
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Enfundado en un saco, a pesar del intenso calor, dijo que es originario del Estado de Tamaulipas y avecindado en la Ciudad de México, aunque lo sigue llamando DF, en donde antes era imitador de voces de varios personajes cómicos de la televisión.
Pero después supo que lo suyo era ser payaso y aprovechó que al maquillarse su expresión era de tristeza y fue como nació su nombre artístico de “El Payaso Triste”, actualmente trabaja a bordo de los camiones de las rutas Ticoman a Indios Verdes.
El entrevistado refirió que en su paso por este destino de playa le fue muy bien y obtuvo buenas ganancias, una parte las utilizó en la compra de los víveres y las bebidas para el festejo de año nuevo, pero ahora tiene que regresar a trabajar.
Dijo que el 4 de enero se regresan a la capital del país y se reencontrara con su hija, quien en esta ocasión no pudo venir al puerto, pero aseguró estar contento por el recibimiento y ganarse unos pesos haciendo lo que más le gusta hacer reír a las personas, aunque con una expresión de payaso triste.