Patricia perdió su patrimonio, pero salvó su vida y la de su hija

Con el agua a la cintura, la restaurantera marquesana salió de su vivienda con su hija sólo con lo que traían puesto

Heidi Nieves / El Sol de Acapulco

  · domingo 29 de septiembre de 2024

El patrimonio que con mucho esfuerzo obtuvo Patricia se fue de la noche a la mañana al desbordarse la laguna de Puerto Marqués / Foto: Heidi Nieves / El Sol de Acapulco

El patrimonio que con mucho esfuerzo obtuvo la marquesana Patricia Iparrazar Jiménez se fue de la noche a la mañana al desbordarse la laguna de Puerto Marqués, que con una furia intensa se unió con el mar obligando a esta mujer y a su hija de 16 años a salir de su vivienda sólo con lo que traían puesto.

Después de que el agua le llegaba arriba de la cintura la restaurantera decidió salirse y ponerse en resguardo en el hotel que se ubica a unos metros en donde permanecerán hasta que el nivel del agua de su vivienda baje.

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“Nos entró el pánico porque me salí de mi casa cuando me llegaba el agua abajo del pecho, al hotel donde estábamos se derrumbó un cerro que está detrás, yo dije me voy a morir aquí”.

Afortunadamente al restaurante de Puerto Marques donde ella trabaja, de dónde su abuela fue pionera, no le pasó nada, sin embargo, todo lo vivido fue muy impactante.

“A Dios gracias no le pasó nada al restaurante, yo estuve Paulina, Ingrid y Manuel, Otis y ahora este sobreviviente de 4 huracanes, me he vuelto a levantar, perdí todo, todo”, narró con un nudo en la garganta.

Los muebles, electrodomésticos, ropa entre otros objetos de Patricia aún flotan en el agua de la laguna y el mar que inundó su hogar / Foto: Heidi Nieves / El Sol de Acapulco

Paty, como le dicen sus vecinos, perdió el refrigerador, colchón, estufa que le dieron del paquete de enseres domésticos por el huracán Otis, y todas sus demás pertenencias que se tienen en un hogar.

Familias de colonias como Llano Largo, Cayaco y Puerto Marqués en Acapulco se encuentran en una situación crítica debido a los daños que dejó a su paso el huracán John. / Foto: Enrique Hernández | El Sol de Acapulco

Ella salió de su vivienda ya que el agua estaba a más de metro y medio, en un principio no se quería salir pues no dimensionó la magnitud del nivel del agua que pudiera subir.

“Fue en cuestión de minutos que el agua comenzó a subir, estaba buscaba una salida por eso se hizo ese socavón donde se llevó a esos restaurantes los cuales apenas los acababan de remodelar por Otis”.

Sus muebles, electrodomésticos, ropa entre otros objetos aún flotan en el agua de la laguna y el mar que inundó su hogar, sin embargo, la restaurantera confía en que el gobierno pueda apoyarla nuevamente.