A paso lento pero firme y con 78 años de vida, don Emiliano Cantia Vivar trabaja para mantener a su actual esposa Celerina, con quien se casó hace unos meses.
Don Emiliano despierta a las 5 de la mañana para tomar café, riega sus plantas y sale a trabajar a la avenida Costera Miguel Alemán, donde se coloca en una banqueta para vender variedad de productos como chicles, paletas, abanicos y patitos inflables de plástico a los que solo les gana 5 pesos por producto.
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“Los abanicos los compro en 20 y los doy en 25, los patos vienen por paquete y a esos les gano 7 pesos a cada uno, los doy en ese precio porque la gente luego no paga si les subo”.
Más de 20 a 30 minutos recorre en diferentes transportes públicos de la ciudad donde gasta 44 pesos ida y vuelta partiendo de su domicilio ubicado en el sector 6.
“Tomo la camioneta y me deja en las Cruces, cobra 12 pero algunas veces me cobra 10 de ahí tomo el camión que va para la base y me bajo aquí cerquita en la parada y camino”.
Por la resolana, con altas temperaturas y el pesar de los años, algunas veces le gana el sueño en donde sentado en un tambo color blanco dormita y en donde también traslada su mercancía que ofrecerá a los turistas y ciudadanos que caminan por la zona turística a la altura de la Plaza Costera 125, de lunes a viernes está puntualmente todas las mañanas listo para trabajar.
Don Emiliano solo permanece vendiendo afuera de un restaurante más de 4 horas, de 8 de la mañana a 12 o una de la tarde, porque le da el Sol de frente, además de tener ya hambre.
Hace unos meses se casó ante Dios y por el civil con su vecina, para acompañarse y pasar los últimos años de su vida juntos.
Su primer esposa, con quien concibió una hija en 1971 que le dio 5 nietos que no conoce porque viven en otra ciudad, murió luego de haber sido hospitalizada por un fuerte dolor en el estómago.
Con su segunda esposa, a quien extraña por su reciente muerte, vivió más de 25 años y murió el pasado 10 de octubre del 2023 en el hospital general de Acapulco tras haberle detectado tardíamente cancer en el estómago.
Don Emiliano disfruta después de llegar de trabajar un buen platillo cocinado por su actual esposa, después se pone a hacer aseo en su jardín, reposa un par de horas, se da un baño y se acuesta a dormir para nuevamente ir a trabajar.
No me gusta ver la tele ni escuchar la radio porque hace mucho ruido yo prefiero estar en silencio y así descansar