Hace más de 35 años se construyó en Chilpancingo el conocido Paso a Desnivel de la avenida Juan N. Álvarez, una obra de infraestructura que identifica a la capital guerrerense y que ha sido utilizada como un punto para desarrollar la protesta social.
Se construyó en 1985, casi a la mitad del gobierno de Alejandro Cervantes Delgado, quien es reconocido por su labor en la renovación de la imagen de la capital y quien gobernó del 1 de abril de 1981 al 31 de marzo de 1987.
Fue en su gobierno cuando se construyó el Paso a Desnivel, a la par se inició una remodelación total en la plaza central, en la que también se incluyó al palacio municipal, en lo que fue un proyecto integral para cambiar la imagen de la ciudad.
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El Paso a Desnivel comprende un tramo de unos trescientos metros de la avenida Juan N. Álvarez, que pasa por debajo del zócalo, a un costado del Museo Regional de Guerrero y la Catedral de Santa María de la Asunción.
Anteriormente, cuatro calles eran las que rodeaban y delimitaban la Plaza Cívica Primer Congreso de Anáhuac, sin embargo, con esta obra se cancelaron esas calles y todo el Zócalo quedó disponible para los transeúntes.
A unos metros de la Catedral de Santa María de la Asunción se encuentran dos especies de coladeras sobre las que se pueden observar como los vehículos circulan por abajo y el ruido que provocan, las cuales, sirven para que entre un poco de iluminación.
Esta vialidad tan popular, también se ha identificado por inundarse con regularidad en temporada de lluvias, y también por estar prácticamente a oscuras debido a la falta de luz, lo cual se ha mejorado con el paso de los gobiernos.
El lugar también ha sido blanco para que las personas acudan a bloquear para exigir atención de las autoridades de gobierno, ya que se trata de una de las vialidades más transitadas que conectan al Centro con el Mercado, o la parte norte de la ciudad.