Cuidar la semilla del maíz y no permitir que se contamine con otras variedades, fue la recomendación que siempre le hicieron sus abuelos a doña Margarita, allá en la comunidad de Santa Catarina Las Joyas del municipio de Ahuacotzingo, "Tonacayo Zihuat", fue la enseñanza que significa "nuestra carne, nuestra vida", porque cuidar el maíz es cuidar la vida, y preservar nuestras raíces y tradiciones.
Ella es heredera de una milenaria tradición de sembrar el maíz criollo, utilizar fertilizantes orgánicos y cuidar que no se contamine con la polinización de sembradíos de maíz híbrido o transgénico, para mantener la semilla lo más pura posible y que la alimentación siga siendo sana.
La mujer acudió a Chilpancingo para exponer su producción en el marco del festival del Maíz que se organizó en el marco del día nacional del Maíz, que está considerado como la base de la alimentación de los mexicanos.
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Comentó que en su caso no es importante si el maíz sube o baja de precio en las ciudades, porque su producción es completamente dedicada para el autoconsumo, el 90 por ciento para alimentar a su familia y una pequeña parte se destina para alimentar al ganado.
Para sembrar el Maíz, cuidan que haya un espacio grande entre las parcelas, de esta manera no se contamine, y se tengan variedades limpias de grano blanco, negro, rojo y amarillo, "tenemos que cuidar que no se mezclen porque si están muy cerca las parcelas, el maíz sale pinto, aunque se mantiene la calidad de ser completamente orgánico, sin químicos para fertilizar".
Una vez que se ha cosechado el grano, los productores tiene que pasar otro proceso importante que es la selección de maíz de buena calidad, separando las puntas que tiene lo que se conoce como popoyote, este último se destina al alimento de los animales y el maíz de calidad se guarda en contenedores metálicos que se sellan herméticamente, con ello se evita plagas de insectos que se alimentan del maíz, como el gorgojo.
"El contenedor se tiene que llenar bien, que no le quede aire y se tapa, y cerrado puede tardar tres años sin problema y cuando se va a usar entonces ya se abre el silo".
El maíz es una planta creada por el humano
El maíz se deriva de un teosinte domesticado (Parviglumis), es una planta completamente humana, en el sentido más profundo del término, porque esta no es capaz de reproducirse por sí sola y no existiría si el ser humano no deposita los granos de semilla en la tierra.
Más que domesticada, la planta de maíz fue creada por el trabajo humano, pues el grano se tiene que madurar y cosechar para que después lo regresen a la tierra, sin la mano del hombre la milpa se seca, y el maíz se queda adherido al olote y protegido por las hojas y no alcanza la tierra.
En el país existen cientos de variedades diferentes de maíz y estados Como Guerrero aún conservan semillas autóctonas que se han cuidado y preservado como patrimonio cultural de los pueblos indígenas.