Con más de 40 años dedicado a la pesca en la laguna de Tres Palos, Leonardo aprendió el oficio de su padre y hoy también es delegado del Arenal.
Desde la edad de 7 años, supo tirar el trasmallo que, junto con la lancha que utilizaba para esta labor, se la llevó el viento de más de 300 kilómetros por hora del huracán Otis.
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A casi tres meses del paso del meteoro, mantiene la esperanza de sacar adelante a su familia con los pequeños ahorros que logró guardar a lo largo del año.
De apellido Santos Cruz, el pescador no pierde la esperanza de seguir con su antiguo empleo y repartir en la Sierra de Guerrero donde ha logrado sus mejores ganancias económicas, ya que durante la temporada de los meses de noviembre y diciembre lo comercializan al triple de su precio porque se tiene escasez y ellos lo almacenan con meses de anticipación.
Sus ventas mermaron también en lo local y en municipios colindantes como Ayutla, Marquelia, así como pueblos cercanos, en donde trasladaban la variedad de pescados en hieleras en la cajuela de su camioneta.
La reciente siembra de tilapia que se hizo en la laguna le permitirá volver a pescar para que junto con su esposa Adelfa Osuna puedan vender el producto y llevarlo a los sitios en que podía comercializarlo.
“Yo saco el pescado y mi esposa lo vendía, pero ahorita nos quedamos sin material; el motor está dañado, la lancha se perdió, pero con el apoyo del gobierno sé que vamos a salir”, confío el afectado.
Son 17 horas las que Leonardo suma en un “en un día de pesca” entrando a las aguas desde la una de la tarde y saliendo a las 7 de la mañana del otro día.
“Tiras el trasmallo temprano y allá duermes, uno come su arroz con frijol lo que puede comerse frío y para evitar algún incidente con otras embarcaciones que se encuentran pescando ponemos un foco o veladora para hacernos notar y que no pase otra lancha y se impacte con la nuestra”.