Otis les quitó al sonrisa pero no sus ganas de lavar ajeno para vivir

Pese a que el huracán Otis destrozó su lugar de trabajo, los lavaderos públicos del Barrio de La Fábrica, un grupo de mujeres continúa con esa ardua labor

Celso Castro | El Sol de Acapulco

  · miércoles 27 de diciembre de 2023

Todos los días un grupos de mujeres lavan ropa ajena para vivir y llevar un sustento económico a sus hogares. Está actividad la realizan en los lavaderos del Barrio de la Fábrica en Acapulco que sufrieron daños por el huracán Otis. /Foto: Abraham Martínez | El Sol de Acapulco

Su área de trabajo quedó totalmente destruido, pero tienen que ganar el sustento familiar y bajo los inclementes rayos de sol, las mujeres lavanderas llevan ropa ajena a los lavaderos y ganarse unos pesos.

Este pequeño grupo de mujeres, todos los días llegan a ese punto del Barrio de la Fábrica, en donde prácticamente en silencio lavan la ropa que les dan sus patrones ocasionales.

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Aquellos momentos de intercambiar secretos y uno que otro chisme, parece cosa del pasado, pues cada una en silencio busca un espacio para trabajar y si acaso el comentario son sobre los apoyos que está otorgando el gobierno federal.

A su alrededor, solo hay devastación, la techumbre no resistió los vientos de más de 300 kilómetros por hora y la redujo a escombros, quedando al intemperie.

En esas condiciones trabajan este grupo de mujeres, incluso, ahí guisan sus alimentos y algunas los comparten, pero ya no es igual y solo acuden quienes no tienen otra fuente de ingresos.

Una mujer lavandera cocina al lado del lavadero donde realiza su actividad laboral. Algunas mujeres comparten sus alimentos para convivir. /Foto: Abraham Martínez | El Sol de Acapulco

Típico nacimiento en una casa de Acapulco, Guerrero. En Navidad, es una tradición montar este tipo de pesebres para acostar al Niño Dios en la noche del 24 de diciembre. / Foto: Itzel Morales | El Sol de Acapulco

La señora Mari, recuerda que aquí hay historia y han pasado generaciones de señoras que se dedican a lavar ajeno, como también gobiernos que por ganarse el voto hicieron remozamientos a los lavaderos públicos.

Pero a más de dos meses de la devastación que redujo a escombros su centro de trabajo, tienen que trabajar en condiciones lastimosas, "pero no tenemos otra forma de mantener a nuestras familias".

Sin más regresa a guisar su comida, "para tener fuerzas y seguir lavando", dice y bajo ese calor sofocante de la mañana, sigue con su trajinar diario con la esperanza de que la ayude llegue pronto.

Los lavaderos del Barrio de la Fábrica en Acapulco sufrieron daños por el huracán Otis, llevándose el techado y dejando a las mujeres lavadoras de ropa bajo los fuertes rayos del sol para realizar su trabajo. /Foto: Abraham Martínez | El Sol de Acapulco