Fue el 6 de enero de 1906 cuando se inauguró la Escuela Primaria "Ignacio Manuel Altamirano", en la calle Progreso, pero pocos saben que se creó originalmente exclusivamente para mujeres.
En aquella época, según narra el presidente del Colegio de Licenciados en Turismo del Estado de Guerrero, José Cedano Galera, el tema de la educación era prioritario en Acapulco, para atacar el alto porcentaje de analfabetismo.
Las primeras instituciones educativas fueron particulares y sólo para niñas y niños de una holgada posición económica del puerto de Acapulco, el primero con el nombre de "Colegio Juárez" y el segundo "Colegio Confesional Guadalupano".
Estos, tuvieron una buena demanda y progresaron, porque en aquel entonces estaban prohibidas las escuelas de gobierno, por las constantes asonadas militares, por ello se empezó la lucha por la educación laica y gratuita, hasta que finalmente se construye la primera escuela primaria pública" "Real Miguel Hidalgo".
Es en estas fechas que surge el nombre de la profesora Felicitas Victoria Jiménez, quien era originaria de Tixtla Guerrero, en donde también se graduó en la Escuela Normal, pero es en este puerto en donde tiene su primer contrato laboral.
¿Pero qué tiene esto de particular? Bueno, la historia dice que impartió clases en el "Colegio Confesional Guadalupano", pero no estuvo de acuerdo que a los alumnos se les enseñara más a rezar que impartirles clases de lectura y estudio, pero, además, que tampoco se permitiera que se entonara el himno nacional y en su lugar se diga una plegaria en la que se proclamaba la guerra a Lucifer.
El también consultor turístico, Cedano Galera, reconoce que la historia de este episodio lo describe magistralmente el cronista de la ciudad Anituy Rebolledo Ayerdi, quien da cuenta de su renuncia al Colegio, de la maestra Felicitas Victoria Jiménez, para empezar a tocar puertas y fundar una escuela primaria pública, pero exclusivamente para mujeres.
Evidentemente que, no fue nada fácil, empero la tenacidad de la joven maestra, quien contaba con apenas 18 años de edad, organiza a los padres de familia y literalmente "persigue" al entonces gobernador del estado, Manuel Guillén, a quien logra contactar y consigue que acepte construir el plantel.
Pero, ahora el problema fue contratar al personal docente, en cuya plantilla no se contempla a ningún docente hombre, se hace de los servicios de educadoras, entre estas estaba, Amelia Alarcón, Ambrosía Tabares, María de la Cruz Martínez, entre otras, que logra sacar la primera generación.
Tiempo después, la maestra tixtleca logró que se les cambiará a la calle de Las Damas, después conocida como Guerrero y finalmente Quebrada, se trata de una casona que antes albergó La Aduana Marítima, propiedad de los hermanos Uruñuela, quienes cobraban una renta de 20 pesos mensuales.
Pero en 1934, un fuerte temblor sacude al puerto de Acapulco y colapsa la casona, por lo que nuevamente se hacen las gestiones y se traslada al Fuerte de San Diego, mientras se reconstruye el plantel, que es entregado por el presidente de la República, Miguel Alemán, el 4 de enero de 1948, en la misma calle y en donde sigue actualmente.
Años después la profesora Felicitas Victoria Jiménez, entrega la dirección a la maestra Carolina Vélez viuda de Leyva, originaria de Chilpancingo, quien es en su periodo en el que se da apertura a los varones, tal y como sigue haciendo en la actualidad, en el que ofrece dos turnos, el matutino y el vespertino.
Pero la fundadora de la escuela primaria "Ignacio Manuel Altamirano", deja un gran legado, entre estos el uniforme que portan las niñas, que consta de falda azul, blusa blanca y el chaleco azul, que después se adoptó los mismos colores a los trajes de los niños, el cual hasta la fecha se sigue conservando.