Por más de 17 años el señor Rafael ha recorrido las playas de Acapulco para degustar a bañistas con su variedad de pastelitos y panes que hornea en la colonia Progreso.
Con una charola sobre el hombro camina por la franja de arena de la playa del Golfito hasta la Condesa, cubriéndose del sol con una gorra del América, la cual le regalaron.
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Originario de Tecoanapa, región de la Costa Chica de Guerrero, llegó al puerto de Acapulco a los 34 años de edad en busca de una mejor vida, donde un amigo le recomendó ese trabajo y desde entonces continúa llevando un sustento familiar a su hogar.
“Son pasteles caseros de fresa, empanadas de piña, pay de queso, donas y varios pastelitos”, narró don Rafa de 51 años de edad.
Son los niños a los que principalmente se les antojan los panes con merengue color rosa y blanco, así como las donas de chocolate.
Su día de trabajo inicia al medio día, cuando primeramente recoge el producto para ofrecerlo a los bañistas que disfrutan de las olas del mar.
Algunas acapulqueñas recomiendan el apetitoso pastelito relleno de fresa, otras más y menos dulce las empanadas.
Lo cierto es que don Rafael trae variedad de postres para deleitar los diferentes paladares, antes o después de sus alimentos que van desde los 20 a 35 pesos.
Para él son pocos los días de descanso durante el mes, ya que es indispensable tener una fuente de ingresos diariamente para mantener a su pequeña familia.