El olor a mantequilla y vainilla que forma en parte de la mezcla para elaborar un buen hot cakes llama a los clientes que pasan por el zócalo de Acapulco.
De fresa, cajeta o lechera son los hot cakes más pedidos a Doña Susana, y que al probarlos calientitos te remonta como si estuvieras en la feria del pueblo y de paso los disfrutas con chocomilk de chocolate o de rompope.
Doña Susy durante más de 12 años estuvo trabajando de feria en feria elaborando hot cakes, junto con su esposo, pero ahora tener una familia tuvo que cambiar su destino y desde hace cinco años puso su puesto en el zócalo de Acapulco.
Su jornada de trabajo en su pequeño negocio inicia a las 10:00 de la mañana hasta las 11:00 de la noche y dependiendo de cómo esté la venta, Doña Susy llega a elaborar hasta 50 o 70 hot cakes.
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Doña Susy, dice que elaborar hot cakes tiene su secreto, pues la mezcla debe de estar “espesita” y al momento de poner una porción en la plancha, está debe de estar caliente o de lo contrario saldrá “crudo”.
Dice que un hot cake al momento de poner la mezcla en la plancha tiene que llenarse de “burbujas” que significa que ya está cocido de un lado y de ahí voltearlo.
Comentó que algunos clientes le piden hot cakes recién salidos de la plancha y además de cajeta o mermelada de fresa, les gusta que le ponga chispas y chocolate.
“Le doy gusto a mis clientes, me piden que le ponga cajeta, lechera, fresa y los hago con amor para que la gente les guste mis hot cakes”.
Mientras doña Susy prepara los hot cakes a sus clientes, de inmediato también elabora un chocomilk de chocolate y dice que ahora sus clientes lo piden más preparado.
Doña susy ha conquistado el paladar de sus clientes y algunos la visitan todos los fines de semana que van exclusivamente a comer un hot cake con su chocomilk.